LANZAMIENTO. El satélite fue puesto en órbita desde China el pasado 20 de diciembre.

EXPLOTACIÓN COMERCIAL RECIÉN COMIENZA

Ya se utiliza el 10% de la capacidad del satélite Tupac Katari

CORREO DEL SUR

La fase de explotación comercial del satélite "Tupac Katari" recién comienza y ya se ocupó el 10% de su capacidad plena.
El director de la Agencia Boliviana Espacial (ABE), Iván Zambrana, informó ayer que actualmente se tiene cinco compañías que están en plena conexión: la Empresa Nacional de Telecomunicaciones (Entel), el canal estatal Bolivia TV, los ministerios de Educación y de Culturas y la privada Nuevatel (Viva).
Asimismo, afirmó que diez empresas más están en lista de espera para la conexión y el uso de los servicios de telecomunicaciones del satélite "Tupac Katari".
“Van a sumarse otras diez empresas que ya están en línea y, pues, esto no va a detenerse más bien va a ir creciendo en el futuro”, dijo en declaraciones difundidas por la ABI.
Según Zambrana, la fase de explotación comercial del satélite recién comienza, tomando en cuenta que sólo se ocupa por el momento 123 de sus 1.233 megahertz, lo que equivale a casi el 10% de su capacidad plena.
Explicó que el proyecto está encaminado a conseguir que en las siguientes dos gestiones se tenga vendida la mayor parte de los servicios, bajo la consideración de que tiene 15 años de vida útil.
“Las empresas tendrán muchos servicios, primero la disponibilidad del servicio de un satélite con calidad y eficiencia y también con economía, porque van a tener un 30% menos en relación a los costos que pagan ahora por servicios similares”, agregó.
El Director de la ABE dijo que continúa en curso el proyecto de construcción de un satélite de prospección y de órbita más baja y que se espera contar con las características básicas hasta fin de año.
El “Túpac Katari” fue construido en China por la Corporación Industrial Gran Muralla, subsidiaria de la Corporación de Ciencia y Tecnología Aeroespacial de ese país y fue lanzado desde el Centro de Lanzamiento de Xichang, en el suroeste de China.
La construcción demandó una inversión de $us 300 millones financiada en un 85% con un crédito del Banco de Desarrollo de China y el 15% restante es un aporte del Estado boliviano.