Martes, 29 de abril de 2014
 

LA NOTICIA DE PERFIL

El destino de nuestros impuestos

El destino de nuestros impuestos

Paulovich.- Ella es una chola bonita, aunque un poco empulpadita en comparaci�n con Jessica Jord�n, nuestra flamante C�nsul General de Bolivia en New York, que ostenta con orgullo sus envidiables medidas corporales de 90-60-90 que convencieron a Evo Morales Ayma para designarla su representante oficial en la ciudad de �la gran manzana�. Pero hoy no escribir� acerca de la consulesa, sino sobre la embajadora de Quillacollo en La Paz, la se�ora Macacha viuda de Racacha, que hoy lleg� a mi domicilio con la jeta ca�da, lo que me oblig� a decirle sin �nimo de ofenderla: �Comadritay, qu� le ha pasado, pues la veo con la cara de chola multada�, a lo que me respondi� con un gru�ido.
Poco a poco, su rostro se fue componiendo y sus ojos chaska�awis recobraron su dulce mirar, a tal punto que acarici� con una de sus manitas mi mejilla y comenzamos a conversar acerca de los sucesos del d�a.
Comenz� pregunt�ndome si ya hab�a pagado mis impuestos correspondientes a la gesti�n anterior, respondi�ndole que no pienso hacerlo porque me he dado cuenta de que el Gobierno gasta mis impuestos alegremente sin consultarme para nada y d�ndose la gran vida a costa de mis tributos y mand�ndose la parte al invitar a Santa Cruz a miles de personajes extranjeros con motivo de la gigantesca reuni�n del Grupo de los 77 + China que hoy preside Evo Morales circunstancialmente.
Mi pariente espiritual se qued� con la boquita abierta cuando calculamos cu�nto gastar� el Gobierno de nuestro Presidente Vitalicio en ese despliegue despilfarrador para conseguir que esos centenares o miles de sorprendidos invitados crean que Bolivia vive en un estado de bonanza y que Evo es el autor de tal milagro econ�mico que no existi� ni existir�, reafirmando a mi comadrita que no pagar� impuesto alguno para que otros se aprovechen de la inocencia del pueblo boliviano.
La inteligente cochabambina comprendi� mi estado de �nimo y comenz� dici�ndome que ella se halla consciente del uso que el Gobierno de Evo da a los impuestos, pero que no puede evitar pagarlos porque su quehacer profesional se halla registrado debidamente como instituci�n privada de peque�os pr�stamos a los comerciantes informales y que ma�ana vence el plazo para pagar sus impuestos, lo cual no le gusta, raz�n de su malhumor inicial, aunque reconoci� que no lo hace de forma libre y gustosa sino obligada por las circunstancias, lamentando no pertenecer a las Siete Federaciones de Cocaleros del Tr�pico de Cochabamba, o a muchos otros sectores del pa�s como los contrabandistas, que son un gremio que agrupa a centenares de miles de ciudadanos bolivianos en muchas regiones del pa�s, o a los internadores de ropa usada, con la que nos vestimos los bolivianos que hoy nos damos el lujo de invitar a centenares o miles de representantes del Grupo 77 + China y algunos coladores.
Y no pagar� mis peque�os impuestos, aunque acompa�ar� hoy a mi comadrita, a pesar que ambos sigamos protestando ante los derroches que realizan nuestros gobernantes de los pocos dinerillos que ganamos con el sudor de nuestras frentes, como dice mi comadre prestamista.