ENTRE COLUMNAS
La autonomía universitaria en peligro
La autonomía universitaria en peligro
Rodolfo Mier Luzio.- Constitución Política del Estado: “...La autonomía universitaria consiste en la libre administración de sus recursos; EL NOMBRAMIENTO DE SUS AUTORIDADES, su personal docente y administrativo; la elaboración y aprobación de sus estatutos, planes de estudio y presupuestos anuales...”
Eso es lo que está escrito en la Ley de Leyes; es decir, en la Constitución Política del Estado. Pero en Sucre, Capital Constitucional de Bolivia y sede de los Órganos de la Justicia, se trata de ignorarla con la intromisión de quienes tendrían, supuestamente, que hacerla respetar; porque para eso existe ese Órgano que es parte de la institucionalidad de la Justicia en nuestro país...
Complica la sola admisión del recurso interpuesto por personas, al parecer, afines al oficialismo, porque de otra forma no se puede concebir que siendo parte de los estamentos universitarios, y mucho más ex autoridades, invoquen a organismos ajenos a la universidad y logren abrir las puertas de San Francisco Xavier para que personas extrañas al proceso de elecciones de autoridades universitarias, traten de desconocer la Autonomía Universitaria.
Es preciso refrescar la memoria de quienes ahora ayudan a vulnerar la autonomía universitaria, que costó muchas vidas de la más que tricentenaria Universidad de Charcas. “La conquista de la autonomía universitaria marcó un hito importante en la vida de la universidad boliviana, pero luego fue intervenida por gobiernos de facto y por una dictadura que intervino cruelmente a la Universidad, manteniéndola subordinada por un largo tiempo. Después de las muchas intervenciones, se retomó la Autonomía Universitaria con el objetivo de ejecutar la Reforma Educativa...”; de tal manera que esa conquista, no es un obsequio de nadie, sino es fruto de un largo proceso, largo y muy doloroso, para que hoy se pretenda entregarla a un gobierno donde la justicia es cuestionada, por decir lo menos.
“Estamos satisfechos y felicitamos la labor del TCP que es imparcial, objetiva e independiente”, dijo nada menos que una docente que impulsó la intervención a la autonomía universitaria. Otra “docente” que interpuso el recurso directo de nulidad, calificó la admisión del recurso (ella dice equivocadamente fallo”) “como una medida correcta y esperada” al haberse violado, según ella, el estatuto de la Universidad, sabiendo o no que la universidad, tiene sus propias instancias para resolver este tipo de conflictos.
Qué tristeza que por intereses muy particulares o quizá por miedo de un candidato al rectorado, a sufrir más represalias del Gobierno (si no puedes con el enemigo únete a él), ayuden a vulnerar la autonomía universitaria que sólo pretendieron pisotear, sin lograrlo al final, gobiernos dictatoriales y totalitarios.
Esa actitud de extrema desesperación, de quienes pretenden volver a la universidad, al parecer, sin que tengan los méritos suficientes para hacerlo, bien puede calificarse de traición a los principios fundamentales e históricos de la universidad. Por eso, se tiene una ligera esperanza de que, en esta oportunidad, el Tribunal Constitucional Plurinacional cumpla a cabalidad su obligación de hacer respetar la Constitución Política del Estado; y así evitar más cuestionamientos al manejo de la justicia en nuestro país.
Por lo menos...esa es mi opinión.
|