LA NOTICIA DE PERFIL
La vuelta del Zorro
La vuelta del Zorro
Paulovich
Entre las noticias sobresalientes de los últimos días, mi Jefa de Informaciones me sorprendió comunicándome el retorno intempestivo del señor Sánchez Berzaín a las lides políticas que se libran en el país con motivo de las próximas elecciones convocadas para el 12 de octubre en homenaje al Descubrimiento de América.
Yo sabía que este señor se encontraba en los Estados Unidos desde el derrocamiento de mi amigo Gonzalo Sánchez de Lozada Sánchez Bustamante, por lo que dudé que el señor Sánchez Berzaín estuviera en La Paz y así se lo dije a mi comadrita de Quillacollo, respondiéndome la cholita que así lo había dicho el mismísimo Ministro de Gobierno, quien sabe más que nadie quién entra y quién sale del país, aunque a veces se “chusea”.
La inquieta periodista que me colabora diariamente me preguntó si yo conocía al señor Sánchez Berzaín, y para mandarme la parte y hacerle ver que en el pasado conocí a muchísimos personajes importantes, le respondí que lo conocía mucho, que era mi gran amigo y que siempre le traté como “el Zorro”.
Esta declaración mía sorprendió a la cholita cochabambina, quien me manifestó que ella había visto en el cine de Quillacollo una película inolvidable que titulaba “La vuelta del Zorro”, siendo ese uno de los motivos para creer a pie juntillas al Ministro de Gobierno que el zorro verdadero había vuelto a nuestro país.
Tuve que explicarle largamente a mi comadrita la intención gubernamental de hacer creer a nuestro pueblo que el “Zorro Berzaín” dirigía los pasos de nuestros políticos para luchar contra la candidatura del dúo oficialista que teme todo acercamiento entre sus opositores porque si éstos logran unirse podrían poner en riesgo el triunfo oficialista que busca la re-re-re-reelección del binomio Evo-Alvarín
Mi comadre Macacha se sintió burlada al creer en “la vuelta del Zorro”, como había dado a entender el Ministro de Gobierno; hasta se le saltaron dos lagrimones de sus chaskañawis al sentirse burlada por un Ministro serio que le hizo creer en “la vuelta del Zorro” a las lides políticas actuales.
Me acerqué afectuosamente a consolarla, manifestándole que ella no era la única ciudadana burlada por la imaginación tropical del Ministro de Gobierno, pues muchos ciudadanos ingenuos creyeron en la vuelta del Zorro quien sigue residiendo en Estados Unidos.
Mis explicaciones lograron consolar un poco a mi comadrita, pues pudo darse cuenta de que nuestra política criolla permite imaginar cualquier hecho con tal de asegurar el triunfo de sus candidatos. Y cuando menos yo lo esperaba, la cholita cochabambina apareció empuñando una espada, dio un salto hacia mí, marcó mi frente con una “Z” para convencerme así que el Zorro había vuelto para imponer su justicia propia, a la cual me rendí, como siempre sucede.
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