Lunes, 12 de mayo de 2014
 

EDITORIAL

La crisis de la minería nacional

La crisis de la minería nacional



A juzgar por los resultados, todo parece indicar que la actual política minera es uno de los peores desaciertos de la actual gestión gubernamental

Como si no fuera suficiente el mal resultado obtenido después de más de tres años de elaboración de la nueva Ley de Minería, que por sus múltiples desaciertos ha puesto en serio riesgo el futuro de uno de los principales pilares de la economía nacional, durante los últimos días se han conocido dos noticias que hacen temer días aún más difíciles para el sector.
Una de ellas es el más reciente informe del Instituto Nacional de Estadística (INE) según el que durante el primer trimestre de este año el valor de las exportaciones de estaño disminuyó en 66,38% en comparación con similar periodo de 2013. Una caída menos vertiginosa pero también muy importante muestran las exportaciones de plata, oro y otros minerales como consecuencia de la caída de los precios internacionales.
A ese factor, ocasionado por una tendencia a la baja de precios en los mercados del exterior, se suma otro que es mucho más alarmante pues es consecuencia de la desacertada manera en que se ha administrado el sector durante los últimos ocho años y sus efectos negativos se proyectan hacia el futuro sin que se vislumbre un cambio de rumbo.
La segunda mala noticia, muy ligada a lo anterior pero agravada por una cadena de errores que se fueron acumulando desde que fuera nacionalizada en octubre de 2006, es la que da cuenta del inminente colapso de la Empresa Minera de Huanuni (EMH).
Según los más recientes informes, durante el primer trimestre de este año la producción de EMH bajó en 32% debido a la falta de inversión en insumos y maquinarias y a la enorme carga económica salarial que ocasionan los más de 4.500 trabajadores, muchos más de los que según criterios técnicos son necesarios para el proceso productivo y a pesar de ello gozan de niveles salariales muy superiores a los que permite el estado de insolvencia de la empresa.
Tan mal panorama no sorprende a quienes más conocen del tema minero. Por el contrario, datos como los anteriores no hacen nada más que confirmar lo que con mucha insistencia vienen advirtiendo desde hace ya mucho tiempo.
Entre las muchas causas de la crisis de la minería nacional, sin duda la más importante es la decisión gubernamental de privilegiar a las cooperativas, sector económico que ha logrado apropiarse de una porción desmesurada de los recursos mineros del país sin hacer las inversiones necesarias. Son empresas que no desarrollan trabajos de prospección y exploración, no incorporan nuevas tecnologías y se limitan a apropiarse del resultado de inversiones hechas en décadas pasadas por el sector estatal y privado.
Paradójicamente, a pesar de lo contundentes que son todos los estudios hechos sobre el tema y de lo malos que son los resultados obtenidos, los compromisos políticos que han dejado a la minería nacional en manos de las cooperativas parecen destinados a imponerse. Así, los hechos dan la razón a quienes consideran que la política minera vigente en nuestro país durante los últimos años constituye uno de los peores desaciertos de la actual gestión gubernamental.