DOLOR. Varias personas entierran los cadáveres de mineros muertos en la explosión de una mina en la localidad de Soma, Turquía.
INCENDIO IMPIDE CONTINUAR LABOR DE RESCATE
Turquía: Sigue subiendo cifra de mineros muertos
Turquía: Sigue subiendo cifra de mineros muertos
Ankara/EFE
Los vecinos de Soma, en el oeste de Turquía, empezaron ayer a enterrar a los 282 obreros fallecidos hasta ahora en el incendio del martes, el mayor accidente minero en la historia del país.
Aunque los trabajos de rescate de cadáveres continúan, y nadie duda de que el saldo final superará ampliamente los 300 muertos, el Gobierno no actualizó la cifra.
Al mediodía, el ministro de Energía, Taner Yildiz, compareció para explicar que el incendio va remitiendo y las concentraciones de monóxido de carbono en el pozo se reducen, pero que aún no se podía completar la labor de rescate.
En el cementerio de la ciudad minera, situada en la provincia de Manisa, se vivieron numerosas escenas de dolor, avivado por la rabia de saber que el desastre podría haberse evitado con mayores medidas de seguridad.
"No es un accidente, es un asesinato", fue una de las consignas coreadas durante las marchas convocadas por varios sindicatos, junto a una huelga general, en protesta por las políticas de privatización y subcontratación.
"La huelga fue un éxito: en todas las ciudades, nuestros afiliados se vistieron de negro, observaron un minuto de silencio para conmemorar a los obreros muertos y luego marcharon hacia la delegación de Trabajo de su municipio", resumió en conversación con Efe Mehmet Soganci, presidente del Colegio de Ingenieros y Arquitectos (TMMOB), una de las cinco entidades convocantes.
"Sólo en Esmirna, la policía intervino con dureza y dispersó a la marcha con gases lacrimógenos, una acción que dejó varios heridos, entre ellos el presidente de la Confederación de Sindicatos Obreros Revolucionarios (DISK), Kani Beko", detalló Soganci.
También en el sector de la enseñanza, la huelga tuvo un importante seguimiento, al ser convocada por KESK, un importante sindicato de funcionarios.
La unión sindical Türk-Is, la mayor del país, también había convocado un paro, así como tres minutos de silencio diarios durante la próxima semana, para protestar contra lo que define como "un crimen laboral".
Türk-Is, habitualmente más comedida con el gobierno que otros sindicatos, criticó duramente la expansión de las subcontratas que, según muchos expertos, hicieron estragos en el sector minero, al acabar con toda supervisión efectiva.
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