EDITORIAL
Elogios a la economía nacional
Elogios a la economía nacional
A pesar del optimismo de estos informes, lo cierto es que nuestro país todavía tiene muy serias dificultades a la hora de atraer inversiones
Dos buenas noticias se han sumado durante la pasada semana a la ya muy larga lista de elogiosas evaluaciones que los más importantes organismos internacionales y estudios académicos hacen sobre el estado de la economía nacional. La calificadora internacional de riesgo estadounidense Standard & Poor’s Ratings Services (S&P) ha vuelto a elevar la calificación de riesgo país de Bolivia de BB- a BB. Por otra parte, la Fundación Getulio Vargas, el centro de estudios económicos más importante de Brasil, sostiene en la más reciente versión del Índice de Clima Económico (ICE) para América Latina que nuestro país ha desplazado a Paraguay como el país latinoamericano más atractivo para las inversiones.
Los informes que S&P hace periódicamente son reconocidos mundialmente como uno de los principales referentes en el mercado de capitales internacional. Es una de las más importantes calificadoras de riesgos, por lo que no es irrelevante el hecho de que dos años después de que en mayo de 2008 subiera la nota de Bolivia de B+ a BB- ahora haya dado un paso más para elevarla a BB.
Al justificar su evaluación, S&P afirma en su informe que “el alza de la calificación de Bolivia refleja la mayor resistencia económica del país ante shocks negativos debido a su persistente crecimiento del PIB (Producto Interno Bruto) y de los superávits fiscales y en la cuenta corriente. Bolivia ha presentado superávits en la cuenta corriente desde 2003 y superávits fiscales desde 2006” y agrega que “el sólido desempeño económico sostenido ha contribuido a un descenso en el nivel de la deuda neta del gobierno general.
El informe de la Fundación Getulio Vargas, por su parte, identifica a Bolivia, seguido de Perú y Uruguay, como uno de los tres países latinoamericanos en los que mejoran las condiciones para los negocios en contraste con el resto de continente, donde el empeoramiento sería constante. El indicador de clima para los negocios de Bolivia avanzó desde 124 puntos en enero hasta 140 puntos en abril, desplazó como el país con mejor clima a Paraguay, cuyo indicador cayó desde 140 hasta 130 puntos. Colombia se mantuvo en el segundo lugar, pese a bajar de 138 a 137 puntos, y Perú en el tercero, con una subida de 132 a 134. En el otro extremo, Venezuela aparece como el peor país latinoamericano.
Ane semejantes datos, resulta comprensible el entusiasmo con que informes como estos son recibidos por quienes tienen en sus manos la conducción de la economía nacional.
Sin embargo, y sin menoscabar la importancia de esas miradas positivas que provienen del exterior, no puede perderse de vista que los datos de la realidad no son tan positivos, por lo menos cuando de atraer inversiones se trata. Es decir, más allá del optimismo de estos informes, lo cierto es que nuestro país todavía tiene serias dificultades a la hora de atraer inversiones y eso se debe, entre otras causas, a las excesivas demoras en la elaboración de un marco legal indispensable para que los grandes capitales se vuelquen para dinamizar la economía nacional.
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