Viernes, 23 de mayo de 2014
 

ENTRE COLUMNAS

25 de mayo de 1809

25 de mayo de 1809

Rodolfo Mier Luzio.- Era un día de aires otoñales, brillante, soleado. Era un jueves 25 de mayo de 1809; ese fue el día que cambió definitivamente la historia de Sucre, de Bolivia y de la América toda; porque lo que sucedió en esa jornada, forma parte de nuestra identidad y se convierte en el resumen de una conciencia colectiva, con el pensamiento puesto en los valores más preciados, como son la libertad y la justicia.

No en vano, el chuquisaqueño lleva en las venas, en el alma y en el cerebro, el profundo amor por la libertad; el que se inculcó en los claustros universitarios de aquellos años.

Por eso, y por todo lo que Chuquisaca dio al país, bien merece ser permanentemente reconocida como la cuna de la libertad americana y evitar afrentas como muchas que recibió a lo largo de la historia republicana: la llamada Guerra Federal, que trasladó la sede del Poder Ejecutivo a otra ciudad, por intereses subalternos y regionalistas; las muertes de La Calancha y la postergación a la que la fue permanentemente sometida, son algunas razones para que la Capital Constitucional del Estado se sienta obligada a soportar estos embates de los gobiernos que se sucedieron, con un silencio en el que se cobija un grito de rebeldía.
Sucre está consciente que la historia es una ciencia que nos ayuda a conocer y reflexionar sobre el pasado, pero no para quedarnos en él, sino para seguir adelante en un presente y llegar siempre a un porvenir mejor. Algún día llegará en que la conciencia nacional reconozca su aporte a la cultura y sobre todo a la historia de América.
Por eso, quienes irán a “gobernar” desde Sucre, como han hecho conocer, deben tener presente que los honores y los festejos son para los hombres y mujeres que lucharon contra la corona española aquel lejano 25 de mayo. Dejar de lado protagonismos electoralistas, sería lo más lógico y respetuoso, por la trascendencia de la fecha; de lo contrario, sería una afrenta a los que al llamado de las campanas de las torres de su iglesia, con precarias armas, derrotaron al invasor español.
Quienes actuaron ese 25 de mayo de 1809; los que dieron luz y sabiduría a la América desde las aulas de la Universidad de Charcas, y tuvieron la virtud de unir a nuestros pueblos bajo las ideas libertarias que se expandieron a los cuatros puntos cardinales de nuestra América, fueron nuestros mayores, cuya sangre circula por nuestras venas. Inspirados en ellos tratemos de vivir en un encuentro de progreso y paz, en el que podamos solucionar nuestros problemas por caminos de luz, hacia un futuro de esperanza; en democracia y libertad.
Por lo menos...esa es mi opinión.