EL INFORME OPPENHEIMER
Uruguay: ¿marihuana sin impuestos?
Uruguay: ¿marihuana sin impuestos?
Andrés Oppenheimer .- En Uruguay hay que pagar el equivalente de un impuesto a los artículos suntuarios para comprar una gaseosa, cerveza o cigarrillos, pero –según quienes han leído la letra fina de la nueva ley de legalización de la marihuana– no habrá que pagar ningún impuesto de ese estilo cuando uno quiera comprar un porro.
El nuevo decreto reglamentario de la ley de legalización de la marihuana que entró en vigencia esta semana, convirtiendo a Uruguay en el primer país del mundo donde el Gobierno no sólo permite la marihuana sino que también la produce y la vende, ha desatado un debate tan feroz como el que tuvo lugar durante la discusión de la propia ley.
Apenas horas después de que el presidente José Mujica firmó el decreto reglamentario, los críticos señalaron que la nueva regulación no dispone que la marihuana sea gravada con el impuesto especial que se aplica a los productos no esenciales, conocido por sus siglas Imesi. Esto manda un mensaje equivocado, y contribuirá a crear un clima de aceptación social de la marihuana que generará mayor consumo de la droga, dicen los opositores.
Si el tabaco paga un impuesto del 68 por ciento, no es justo que la marihuana no pague lo mismo o más, cuando ambas sustancias son nocivas para la salud, dicen los críticos.
Mientras los consumidores uruguayos pagan alrededor del 22 por ciento del impuesto Imesi para una gaseosa, el 27 por ciento para una botella de cerveza, y alrededor del 68 por ciento por un paquete de cigarrillos normales, las ventas de marihuana no pagarán este impuesto, al menos por ahora, según opositores y funcionarios del Gobierno al tanto del texto de la ley reglamentaria.
El senador Carlos Moreira, quien preside la Comisión de Salud del Senado, me dijo que la marihuana también estará más disponible que los cigarrillos normales en los puestos de venta. Mientras la marihuana estará disponible al público en las farmacias, ningún comercio podrá exhibir cigarrillos para la venta, según otra ley aprobada por el Senado esta semana, me dijo Moreira.
"Estamos liberando y santificando el comercio de la marihuana, y por otro lado prohibiendo la exhibición del cigarrillo", me dijo Moreira. "Todo esto va a terminar incentivando el consumo de marihuana".
El presidente Mujica, a su vez, dice que el plan de legalización de la marihuana en Uruguay es un experimento, que deberá ser ajustado y corregido si hace falta. Lo que no resulta aceptable es no hacer nada y permitir que las mafias de narcotráfico sigan dominando el mercado, dice.
Según varias encuestas de opinión, la mayoría de los uruguayos están indecisos o se oponen al plan de legalización de la marihuana.
Cuando le pregunté por las críticas que se le está haciendo al decreto reglamentario de la legalización, el asesor presidencial y titular de la Junta Nacional de Drogas, Diego Cánepa, me dijo que aunque la marihuana estará inicialmente exenta del impuesto Imesi, estará sometida a otros tributos. En el futuro, cuando se sepa cuánta gente consume la marihuana suministrada por el Gobierno, la sustancia será cargada con gravámenes adicionales, dijo.
Pero aplicar ahora a la venta de marihuana el impuesto Imesi haría aumentar el precio de la marihuana legal, algo que arruinaría el objetivo del plan de legalización del Gobierno. El plan apunta a vender marihuana a un precio igual o más bajo que los narcotraficantes, para quitarle el negocio a las mafias del narcotráfico, señaló.
Cánepa también negó que será más fácil comprar marihuana que cigarrillos normales. "Eso es falso", dijo Cánepa. "El decreto reglamentario dice claramente que la marihuana no va a estar nunca expuesta al público, sino que va a estar en las farmacias, bajo llave".
Agregó que los críticos "están diciendo lo mismo que decían los congresistas norteamericanos a finales de la década de 1930, cuando decían que si se terminaba con la prohibición del alcohol habría un aumento enorme del consumo de alcohol. Pero la evidencia científica muestra que cuando uno se sale del prohibicionismo, no hay un aumento significativo a largo plazo".
Mi opinión: A pesar de que en general he apoyado la idea de Mujica de legalizar la marihuana, no puedo evitar preguntarme si eximir la marihuana del impuesto sobre los productos no esenciales tiene algún sentido.
La clave del éxito de la ley de legalización de la marihuana de Uruguay será –tal como me dijo una vez el expresidente uruguayo Julio María Sanguinetti– impedir que se produzca "una atmósfera de jolgorio y un clima de permisividad" en torno a la marihuana, que haría aumentar su consumo.
La clave del éxito de la ley de legalización estará en el mensaje. Y en ese sentido, eximir a la marihuana de los impuestos que se pagan por las gaseosas, la cerveza o los cigarrillos comunes está enviando un mensaje equivocado. Como todo experimento, este decreto necesita un ajuste.
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