Jueves, 29 de mayo de 2014
 

EDITORIAL

Bolivia y la deforestaci�n

Bolivia y la deforestaci�n



Bolivia es uno de los pa�ses que cuenta con mayor diversidad forestal y al mismo tiempo uno de los que m�s r�pidamente destruye sus bosques

Informes recientes dan cabal cuenta del ritmo vertiginoso al que est� creciendo en nuestro pa�s una de las m�s destructivas actividades econ�micas del mundo contempor�neo. Nos referimos a la destrucci�n de los bosques, muy especialmente de los amaz�nicos, lo que seg�n expertos estudiosos del medio ambiente entra�a un grav�simo peligro para la calidad de vida de las futuras generaciones.
Seg�n datos avalados por la Autoridad de Bosques y Tierras (ABT), la superficie boscosa de Bolivia se ha visto gravemente afectada por la expansi�n de la frontera agr�cola y ganadera durante los �ltimos a�os. Se calcula que el ritmo al que los bosques est�n siendo destruidos es de un promedio de 170 mil hect�reas anuales.
Tales datos, sin embargo, son considerados por otros estudios excesivamente moderados. En efecto, la misma ABT ha reconocido en m�s de un informe que las cifras oficiales est�n muy lejos de la realidad pues la gran mayor�a de las talas forestales es ilegal y se realiza fuera de todo control estatal. Es tan grande el negocio, que se sabe de la existencia de muy poderosas organizaciones criminales dedicadas exclusivamente a esa actividad.
Considerando esa realidad, m�s reales parecen las cifras que proporciona el Instituto Nacional de Innovaci�n Agropecuaria y Forestal (INIAF), que calculan en m�s de 270 mil las hect�reas de �reas boscosas que se pierden cada a�o en Bolivia a causa de la tala indiscriminada de �rboles y quemas, adem�s de la expansi�n de las tareas agr�colas.
El Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), por su parte, calcula que cada a�o se pierden 13 millones de hect�reas de bosques en todo el planeta. Esa superficie equivale a 36 canchas de f�tbol por minuto y Bolivia contribuye a esa devastaci�n con un promedio de 280 mil hect�reas por a�o, lo que equivale a unas 43 canchas de f�tbol por hora.
Hasta hace poco, el intenso ritmo al que est�n siendo destruidos los bosques era asunto que s�lo preocupaba a expertos especializados en materia ecol�gica y a un relativamente peque�o grupo de gente sensible al tema. La inmensa mayor�a de la poblaci�n, as� como los gobiernos, empresas e instituciones en general sol�an soslayar con cierto escepticismo las advertencias ambientalistas pues, desde el punto de vista prevaleciente, la destrucci�n de la naturaleza no era vista m�s que como un mal necesario, inevitable precio que hab�a que pagar en nombre del progreso.
Esa actitud, felizmente, est� cambiando radicalmente, y no s�lo en nuestro pa�s, sino en todo el mundo. Es que ya la experiencia cotidiana de las personas est� siendo directamente afectada por los efectos negativos del cambio clim�tico. Como ya ha sido ampliamente demostrado, calamidades como olas de fr�o y calor, inundaciones, sequ�as, vientos huracanados, erosi�n de la tierra, est�n produciendo un remez�n en la conciencia de la humanidad.
En lo que a Bolivia corresponde, la responsabilidad se multiplica porque el nuestro es uno de los pa�ses dotados con mayor cantidad de bosques, y al mismo tiempo, uno de los que m�s contribuye a la deforestaci�n planetaria. (Reedici�n)