Jueves, 29 de mayo de 2014
 

LA NOTICIA DE PERFIL

Evo en Argelia

Evo en Argelia

Paulovich.- Al comenzar nuestro trabajo periodístico cotidiano, no pregunto a mi Pariente Espiritual cómo está de salud nuestro Presidente Vitalicio, sino ¿dónde se encuentra hoy el presidente Evo?, dirigiéndonos hacia un mapamundi para localizar al ilustre viajero. Grande fue nuestra sorpresa al saber que se encontraba en Argelia, donde se realiza una reunión de los Países No Alineados, entidad que creó el Mariscal Tito en tiempos de la Guerra Fría.
Mi ilustrada comadre cochabambina se preguntó qué haría “nuestro globetrotter” en dicha reunión porque Bolivia ya no forma parte de los Países No Alineados, puesto que Bolivia está requete alineada a los Países Socialistas del Siglo XXI, también a los Países Bolivarianos que reunió el difunto Hugo Chávez, y a Unasur que crearon los propugnadores de una OEA sin Estados Unidos ni Canadá.
Envidiando los permanentes periplos de nuestro mandatario, pregunté a la siempre bien informada cholita si Evo había solicitado licencia al Congreso para ausentarse del país. Mi comadre lanzó una carcajada al estilo de Quillacollo para luego informarme que Evo se estornuda hace tiempo en ese precepto constitucional y viaja cuando le da la gana, o cuando así lo requiere su intuición gubernamental, dejando al mando al vicepresidente Alvarito García Linera, que acepta encantado sustituir por algunos días al Primer Mandatario porque aprovecha la oportunidad de gobernar Bolivia lanzando hermoso discursos llenos de filosofía revolucionaria y maquiavelismo actualizado.
Sin embargo, esta vez las cosas no sucedieron así porque cuando Evo se antojó volar en su avión a Argelia, Alvarito se encontraba en Buenos Aires dando conferencias a los argentinos que le escuchaban boquiabiertos porque por vez primera escuchaban a un “bolita” casi sabio y que vestía más elegante que los mismos porteños.
¿Qué hacer entonces? Entregar el mando del Estado Plurinacional y Folklórico al tercero de la lista en el mando supremo de nuestra infortunada república y que no era otro que el Presidente del Senado, el ciudadano Eugenio Rojas, quien llegó a ese altísimo cargo como representante de “Los Ponchos Rojos”, temible organización de los originarios de Achacachi, los mismos que hace algún tiempo degollaron a decenas de perros para demostrar que harían lo mismo con sus enemigos políticos. El senador Eugenio Rojas se hizo cargo de la Presidencia del Estado ante el asombro de la ciudadanía, el temblor de los perros y la vergüenza de mi comadre Macacha, asociada periodística del autor de esta columna.
Ante este hecho singular, retornó al país inmediatamente el vicepresidente Alvarito y se hizo cargo del mando supremo de la nación quedando para los historiadores el hecho de que Bolivia fue gobernada durante ocho horas por el Poncho Rojo Eugenio Rojas.
Mientras tanto, mi comadre y yo no tenemos noticias del mandatario viajero Evo Morales.