Jueves, 29 de mayo de 2014
 

BUSCANDO LA VERDAD

Cu�nto te amo� �madre querida!

Cu�nto te amo� �madre querida!

Gary Antonio Rodr�guez �lvarez.- El 27 de mayo de cada a�o, se celebra en Bolivia el D�a de la Madre, un acto de recordaci�n a un ser sublime que, para dar vida a otro ser, sacrifica una importante parte de s� desde el momento de la gestaci�n hasta que parte de esta tierra, porque �a diferencia del mundo que nos insta a recordar a las madres en �su d�a�� una madre jam�s reduce su amor y cuidado por un hijo, a un solo d�a al a�o�
Doy gracias a Dios por la madre que me ha dado. Recuerdo que siendo ni�o admiraba su belleza y nunca me sent� desvalido cuando ella estaba a mi lado. Y es que, la madre que tengo yo, no s�lo es linda, sino admirable y valerosa, y al mismo tiempo, sensible y delicada.
De mi madre aprend� muchas cosas, pero �pese a que ella es un ser humano tan falible como cada uno de nosotros� jam�s me ense�� ninguna cosa mala. Por eso digo que mi madre es lo m�s cercano a Dios que yo conozco, pues en ella veo la total capacidad de sacrificio, de darlo todo por un hijo, sin l�mites, sin c�lculos, sin remordimientos.
Y lo digo con gran gratitud, pues a sus 80 a�os de edad sigue tan pendiente de m� como cuando era un indefenso beb�, un ni�o desorientado, un adolescente herido o un hombre lastimado. �Cu�nto lloraste por m�, querida madre, para lograr este hijo que has forjado!
Que hice sufrir a tan precioso ser, sin duda� �y cu�nto! Por eso le agradezco la paciencia de madre que ha tenido conmigo para perdonar mi ignorancia primero, mi desobediencia luego y mi torpeza despu�s. Empero, sus l�grimas y oraciones no han sido en vano, mucho menos sus bendiciones que hasta el d�a de hoy recibo de ella, pues ciertamente se hacen carne en m�.
Siendo padre de familia, valoro reci�n el sufrimiento por los desvelos, desplantes y la angustia que provoca el no poder impedir que un hijo sufra por muchas razones, entre ellas, la inexperiencia. Por eso, cada d�a que pasa la considero m�s, la respeto m�s, la quiero m�s, puesto que ella se lo merece.
Porque s� que llegar� el d�a en que, de forma inevitable �no s� cu�ndo�, ya sea yo o ella deberemos partir y entonces s�lo quedar� evocar los recuerdos. Por eso me propuse que mientras yo viva y me queden fuerzas para hacerlo, me ocupar� de ella, me esforzar� y dar� lo mejor de m� para que sienta que su sacrificio de tantos a�os vali� la pena.
Honrar a la madre trae bendici�n y aunque as� no fuera, lo har�a. Pues si sus l�grimas siendo ni�o me entristecieron, hoy cuando soy mayor, su sonrisa me cautiva y me llena de profundo regocijo porque� �amo a mi madre querida!