BARLAMENTOS

El hubris de Evo Morales

Winston Estremadoiro.- As� fuese un concepto de poca difusi�n, el s�ndrome hubris es �til para describir rasgos de mandamases �que en el mundo han sido�, como escribi� Cervantes, y que en la atribulada historia de Bolivia han sido y son.
�Qu� es el hubris, o mejor, el s�ndrome hubris? No hall� el concepto en el diccionario de la Real Academia de la Lengua Espa�ola; tampoco en la Compact Edition of the Oxford English Dictionary: tal vez porque mis versiones son un poco antig�itas. No qued� m�s que �gogglear�. Encontr� de todo, prueba tal vez de que los lectores de libros est�n en peligro de extinci�n, como los dinosaurios en v�speras del choque de un asteroide, a menos que dominen la tecnolog�a de la informaci�n.
No es tan solo un defecto de reyes y semidioses, aunque el aplauso medi�tico ha hecho hubr�sticos a muchos �dolos de la far�ndula, que exigen agua de la luna y otros antojos para sus actuaciones. Sin figuraci�n en los anales de la medicina, lord David Owen, m�dico y pol�tico, analiz� el hubris como un s�ndrome asociado con el ejercicio del poder. En una rese�a de su libro (2008), la revista �Foreign Affairs�, puntualiz� que �l�deres que sufren de este s�ndrome hubris �pol�tico� creen que son capaces de grandes obras, que de ellos se esperan grandes hechos, y creen saberlo todo y en todas las circunstancias, y operan m�s all� de los l�mites de la moral ordinaria�.
El hubr�stico �padece de excesiva soberbia, arrogancia y autoconfianza�, �siente que la historia lo est� mirando�, �que nadie comprende lo que est� pasando�. Cegado por el orgullo, �la arrogante v�ctima de hubris act�a de manera tonta y contra el sentido com�n�. Su �p�rdida de contacto con la realidad y una sobreestimaci�n de las propias competencias, logros o capacidades� se notan en la �exagerada confianza en s� mismos, ya no escuchan a sus asesores ni a sus ciudadanos, se creen en posesi�n absoluta de la verdad, con capacidad para hacer y deshacer seg�n su voluntad, no reconocen sus errores�. �Salen de sus hogares an�nimos, de sus c�tedras o del tajo en una f�brica, y en un principio se sienten incr�dulos de su propia capacidad�. Una corte de aduladores asegura y convence de sus falsos m�ritos. La mayor�a �espera sacar provecho�. Dicen que el hubris se da m�s f�cil en �personas de corta capacidad intelectual�.
Me quedo con el fil�sofo Bertrand Russell y su definici�n de hubris �embriaguez de poder� quiz� porque existe en el imaginario boliviano una descripci�n af�n: borrachera de poder. Si el ant�doto para evitar el s�ndrome hubris es la humildad, no la percibo en Castro, Ch�vez, Ortega, Correa y Cristina Kirchner. Adem�s, creo que la humildad es rasgo de la sabidur�a.
Sostengo que Evo Morales es un ejemplo de hubris de poder, quiz� por su corte de adulones en la que destaca otro hubr�stico de 25.000 libros: su Vicepresidente. Baste preguntar �qu� fue del personaje que gan� la simpat�a internacional visitando el mundo con su humilde chompa a rayas?
Una vez asumi� la presidencia, de repente aparecieron monedas de oro y estampillas con su efigie. Quiz� con plata ajena, en la aldea donde naci� erigieron un museo que quisiera hacerle sombra al Met de Nueva York �no el equipo de b�isbol, por si acaso� en la primera potencia mundial donde es tradici�n que ex mandatarios construyan bibliotecas con su nombre en sus lugares de origen. Qued� chico el Learjet presidencial y compraron, sin licitar, un avi�n de lujo. Un helic�ptero hace innecesario parar el tr�nsito camino a la base a�rea, que ahora tiene terminal presidencial m�s lujosa que el recinto VIP en el aeropuerto de El Alto. Est� en tapete un nuevo palacio presidencial que ojal� no sea quemado, pero que tendr� helipuerto. �Qu� tal el sat�lite T�pac Katari, en un pa�s que no tiene suficiente salud y educaci�n?