Los jugadores de Aurora celebran el gol salvador de Jaime Robles cuando el cotejo llegaba a su final; abajo, una escena del partido en el área del equipo de Petrolero.

INDIRECTO Aurora estuvo a punto de descender, pero al minuto 90, Robles empató para el local

Revancha accidentada

Cochabamba / Los Tiempos

En un partido que concluyó con agresiones mutuas y la detención del portero suplente David Torrico, Aurora no supo marcar y empató de local a un gol con Petrolero de Yacuiba y extendió el suspenso de la definición del descenso/ascenso indirecto de la Liga del Fútbol Profesional Boliviano para este miércoles, a las 20:00, en el estadio Patria de Sucre.
Petrolero se puso en ventaja por intermedio de Edwin Alpire, a los 17’ de la primera parte.
Aurora empató “in extremis”, cuando transcurrían los 45 minutos de la segunda parte y parecía que se venía la noche para el Celeste cochabambino, a través de un tiro libre directo de 25 metros bien ejecutado por el capitán Jaime Robles.


SUPERIOR
En los primeros 15 minutos se notó de manera ostensible la superioridad de Aurora sobre Petrolero. Cuatro ocasiones claras de gol, dos de Castellón y dos de Díaz así lo demuestran.
Parecía que en cualquier momento se vendría la apertura del marcador a favor de Aurora, pero ocurrió exactamente lo contrario.
En pleno asedio de Aurora, José Peñarrieta, arquero de Petrolero, mandó largo el balón, en campo celeste lo tomó Alpire, que sacó un bombazo de otro partido y la pelota se anidaó en el ángulo superior izquierdo del arquero Dituro, quién pese a su estirada no pudo evitar la caía de su pórtico.
Fue un baldazo de agua fría para Aurora en todo el sentido de la palabra, debido a que sus jugadores sintieron el peso del tanto, que significaba no sólo perder el partido, sino la plaza en la Liga del Fútbol Profesional Boliviano.
La ansiedad nunca es buena consejera, porque pese a que no se la ve afecta directamente al sistema nervioso y pese a los buenos propósitos, los jugadores de Aurora no lograban hilvanar jugadas de peligro y menos concretar el empate que les dé tranquilidad. Con la mínima ventaja, pero ventaja al fin para la visita, terminó el primer tiempo.


MISMO ESCENARIO
Tener un gol a favor hace que cualquier equipo maneje un partido a su antojo y eso ocurrió con Petrolero, que en determinados pasajes del segundo tiempo tenía a los 11 jugadores en su cancha para sostener el resultado.
El técnico de Aurora, Miguel Ángel Zazhu, jugó todas sus cartas con los ingresos de Charles, Gallegos y Vallecillos, pero se encontró con la muralla dispuesta por el entrenador de Petrolero, Milton Maygua, imposible así llegar con claridad sobre el portero José Peñarrieta, que puso el pecho ante un remate a quemarropa de León.
Y el tiempo se extinguía, parecía que Aurora descendía de manera inexorable aún con todo el esfuerzo y los méritos que hizo para salvar la categoría. Hasta que llegó el 45’. Robles cobró un tiro libre de manera magistral e hizo estallar a la tribuna.
Luego vino el zafarrancho. Agresión entre jugadores de ambos equipos que concluyó con la detención del portero de Aurora David Torrico.

La figura

JAIME ROBLES
El volante se constituyó en el mejor jugador porque anotó al filo el gol del empate de Aurora.

MAL
El colegiado paceño Évert Cuéllar se aplazó en un cotejo caliente.

Miguel Zahzu

DT. DE AURORA
"Gran parte del partido dominamos, pero no supimos convertir”.

Milton Maygua

DT. DE PETROLERO
"El árbitro dirigió mal, influyó en el resultado, estamos apenados”.

Un detenido

Así quedó el utilero de Petrolero.

El segundo arquero de Aurora, David “Tampico” Torrico, fue detenido ayer por efectivos de la Policía Boliviana, una hora después de concluido el partido, luego de la denuncia de agresión física con lesión, interpuesta por la dirigencia de Petrolero de Yacuiba. Carlos Fernández, gerente general de Petrolero, explicó que “el arquero de Aurora debe hacerse cargo de la seria lesión producida en la nariz de nuestro utilero del equipo”.
De acuerdo a la denuncia, Marco Jota, el utilero de Petrolero, quedó tendido en el césped a los 47 minutos del segundo tiempo, al recibir una patada en el rostro por parte de Torrico, en medio de la gresca entre jugadores rivales, que se produjo cuando el árbitro Evert Cuéllar no cobró un tiro de esquina, sancionado por uno de sus jueces de línea.
Sin embargo, varios jugadores estuvieron involucrados en agresiones mutuas, al principio Santos Amador protagonizó una gresca con otro jugador de Petrolero, luego de eso vino el desorden total en el campo de juego ante la mirada del árbitro, que no pudo controlar el cotejo.