Aficionados de Costa de Marfil compran banderas brasileñas.
Elefantes contra samuráis
Elefantes contra samuráis
Río de Janeiro / EFE
Los imponentes elefantes de Costa de Marfil y los inquietantes samuráis azules de Japón emprenden hoy, sábado, a las 21:00 (hora de Bolivia), bajo el calor justiciero de Recife, la búsqueda de un camino que los saque de esa ‘era del hielo’ que congelósus campañas en mundiales y les impide atravesar la frontera de octavos de final.
Costa de Marfil, la selección de oro y verde llega a su tercera copa consecutiva cargando de nuevo la fama de tener un grupo talentoso de jugadores pero incapaz de superar la primera ronda.
En Alemania 2006 sucumbieron en la lucha contra Argentina, Holanda y Serbia-Montenegro; y un poco más de lo mismo en Sudáfrica 2010 al enfrentarse a Portugal, Brasil y Corea del Norte.
Y el equipo del Sol Naciente no parece dispuesto a cargar en Brasil, por quinto mundial consecutivo, el aviso luminoso de “animador” del certamen, ese mismo que lo describió, muchas veces con desdén, como un colectivo exótico y atrevido.
Hasta ahora, Japón alternó las eliminaciones en la fase de grupos en las copas de 1998 y 2006, con la clasificación a octavos de final en las de 2002 y 2010. Pero quiere más, con el argumento del bagaje recogido durante la masiva invasión de sus jugadores al fútbol europeo.
Didier Drogba, Didier Zokora, así como los hermanos Kolo y Yaya Touré suman 133 años y toneladas de experiencias en sus clubes pero saben que tras este Mundial su generación de oro no tiene mañana.
Drogba, de 36 años, será por tercer Mundial seguido la principal carta del plantel marfileño.
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