El entrenador de la selección italiana, Cesare Prandelli (d), conversa con el delantero Mario Balotelli.
MUNDIAL Dos equipos con mucha historia se enfrentan en la Amazonía brasileña
Duelo de gigantes
Duelo de gigantes
Río de Janeiro/ EFE
Inglaterra e Italia, dos gigantes en busca de su identidad, comienzan hoy su participación en el Mundial de Brasil en una situación extrema, tan temerosas del rival como de las condiciones que se encontrarán en el Arena Amazonií de Manaos.
El sorteo y la FIFA quisieron que, a las primeras de cambio, el Mundial ofrezca un duelo épico, un nuevo “rumble in the jungle” (rugido en la selva) cuarenta años después de que Mohammed Alí y George Foreman dieran al mundo un combate para la historia.
Esta vez no es en Kinshasa, ni hay un título mundial en juego, pero la desproporción es parecida.
Llevar a dos de las selecciones más históricas al corazón de la mayor selva del mundo, construir un estadio de la nada, con una inversión desmesurada (más de 290 millones de dólares con un sobrecoste de 70 millones), en una ciudad que no cuenta siquiera con un equipo en la tercera división, se asemeja a aquel antojo de Mobutu Sesé Seko de disfrutar del mejor combate en la capital de Zaire.
Todo son incógnitas en el arranque de Inglaterra e Italia, que dudan tanto de su momento de forma como de las condiciones a las que tendrán que enfrentarse.
A ello, hay que añadirle la incertidumbre que provoca jugar en el Amazonas, con casi 30 grados de temperatura, una humedad superior al 50 por ciento y hasta el temor a la malaria –los ingleses, por si acaso, ya han puesto en su dieta la dosis de pastillas diaria para evitarla–.
Y luego está el momento de ambos. Inglaterra llega llena de dudas. Cuenta con una generación de jóvenes que apunta alto, pero sin experiencia en grandes competiciones, y sus veteranos (Steven Gerrard, Wayne Rooney) no parece que estén en un gran momento. Su empate sin goles contra Honduras en su último amistoso no invita al optimismo.
Italia parecía haber encauzado su juego de la mano de Cesare Prandelli que, renovado hasta 2016, puede convertirse en el primer técnico de la Azurra que se mantenga más de cinco años en el cargo desde Enzo Bearzot, el campeón del mundo en 1982.
Prandelli sedujo a la afición italiana, que recuperó la confianza en un equipo que pasó de no jugar a nada a mostrar un atractivo esquema ofensivo que le llevó al subcampeonato europeo.
|