La hinchada surcoreana celebra uno de los goles marcados durante su primera presentación en el Mundial de Brasil.

Corea del Sur se juega su última oportunidad

Porto Alegre/ EFE

Corea del Sur y Argelia se citan hoy en Porto Alegre obligados a puntuar para evitar una eliminación precipitada de Brasil 2014 y afrontar con opciones la última jornada del Grupo H.
Ambos equipos, castigados a última hora de sus primeros partidos, afrontan el compromiso necesitados. Especialmente el equipo argelino, que salió de vacío de su compromiso ante Bélgica a pesar de que dominó el marcador durante buena parte del partido.
El conjunto del bosnio Vahid Halilhdozic, que acabó malparado tras ejercer una notable resistencia al equipo belga, una de las presumibles revelaciones del Mundial, aspira a no desperdiciar el enfrentamiento contra un rival “menor” y alimentar sus esperanzas de hacer historia y unirse al grupo de combinados africanos que han sorprendido en las pasadas ediciones mundialistas.
El preparador balcánico, para ello, mantendrá el bloque ante Bélgica. Sostenido en la inspiración y el liderazgo del jugador del Valencia Sophiane Fegouli. Al ‘hermano menor del fútbol francés’ no le sirve otra cosa que la victoria ante el bloque oriental.
Argelia pretende que su cuarto Mundial, el segundo seguido, le proyecte por fin a las eliminatorias. Algo que nunca logró.
Para ello necesita los tres puntos de Porto Alegre para contemplar el panorama que le espera en el choque ante Rusia en la última jornada.
Menos urgencias padece su rival. Corea del Sur, sostenido en la disciplina y el rigor quiere recuperarse del mazazo ante Rusia, con el que se le escaparon dos puntos que hubieran resultado básicos para encarar la clasificación por segunda vez en sus ocho apariciones mundialistas.
El empate logrado por Rusia a última hora cambió el panorama del combinado de Myung Bo Hong, que medita poner sobre el tapete un once más ofensivo, con menos precauciones, ante un adversario con más urgencias y menos precauciones en la zaga.
Corea del Sur necesita, al menos, puntuar contra Argelia. Aunque el empate le obligue a un cara o cruz en la última sesión ante el favorito del grupo, Bélgica, al que también puede irle la vida en la cita.
La primera jornada del Grupo H desveló una igualdad inesperada.
Es la esperanza a la que se agarran Corea y Argelia para esclarecer su futuro en Brasil y dejar de lado el papel de secundarios al que les condenó el sorteo. Porto Alegre prolongará dicha condición al derrotado. Para el vencedor aún habrá aliento.