Miércoles, 25 de junio de 2014
 

VENI, VIDI, VICI

Las repúblicas multinombres

Las repúblicas multinombres

J. Lizandro Coca Olmos.- ¿Puede Bolivia ser plurinacional y, a la vez, ser una república? Creo que sí.
En ocasión en que un nuevo Rey se corona en España, vale la pena recordar que aquel país lleva el nombre de “Reino de España”, mas no “República de España” Empero, los principios en que basa su organización, sus relaciones Estado/sociedad y su estructura y dinámicas de gobierno son republicanos.
La igualdad de los ciudadanos ante la Ley y la universalidad de la misma; la división, independencia y equilibrio entre los poderes públicos; la elección de autoridades por voto popular; la existencia de libertades plenas, traducidas en la posibilidad de los súbditos de actuar libremente en todas las esferas del quehacer humano (económica, política, cultural, comunicacional, sexual, etc.) están presentes en un país que se autodefine como reino y no como república.
De igual forma, es posible que un Estado Plurinacional contenga valores republicanos sin necesidad de llevar la palabra “República” en su nombre.
De hecho, existen muchos países que se hacen llamar repúblicas, pero cuyo régimen de libertad y relacionamiento entre el Estado y la sociedad es muy similar al de las monarquías absolutistas. Pienso en la República Popular China, donde las personas sufren una cruenta opresión contra su libertad en todos los ámbitos; algunas repúblicas islámicas han impuesto un régimen de segregación de género terrible, por el que las mujeres son el equivalente a ciudadanos de segunda categoría, al igual que quienes profesan credos distintos al oficial; o la República Bolivariana de Venezuela, donde el chavismo se ha empeñado en reducir la libre acción humana y ampliar el papel estatal en todas las esferas, y que hoy practica una dura represión contra sus disidentes, muy similar a la ejercida por nuestros dictadores militares.
Por otro lado, ni los Estados Unidos de América, ni Gran Bretaña ni Canadá llevan la palabra “república” en sus nombres, y sin embargo sus dinámicas de Gobierno se ajustan a los cánones republicanos, constituyéndose en países con sociedades libres.
Aunque lo ideal hubiera sido mantener el carácter republicano de Bolivia en el artículo primero de la Constitución de 2009, en que se define la visión de país, el artículo 11 lo establece como principio y dinámica de organización y relacionamiento entre el Estado y la sociedad, de lo cual se puede inferir que, sin llevar la palabra “república” en el nombre, el Estado boliviano es parte de los países que formalmente se orientan a la construcción de una sociedad libre.
El desafío ahora es transformar lo escrito en realidad. En esa materia no vamos muy bien, puesto que la excesiva centralización del poder, debida al afán hegemonista del Gobierno del MAS, así como a la indiscutible autoridad y característica caudillista del liderazgo de Evo Morales, impiden que el funcionamiento del Estado, autonomías incluidas, propicie un mayor protagonismo de los ciudadanos en la determinación del rumbo del país, e incluso de sus propias vidas, a través de la libre toma de decisiones.
El Estado boliviano se encuentra en la disyuntiva entre ser un país sin la palabra “república” en el nombre, pero con la práctica y funcionamiento de los valores republicanos hacia la construcción de una sociedad libre; o ser un Estado Plurinacional en el que el destino de las personas esté determinado por la pandilla que se encuentre en el poder.