El seleccionador alemán Joachim Low habla con sus jugadores.
Un duelo de compatriotas
Un duelo de compatriotas
Recife / EFE
Un empate hoy (12:00 HB) en Recife, sin importar si el partido fue soso o intenso, bastará al mundillo del fútbol para afianzar sospechas sobre la comunión de intereses entre las selecciones de Estados Unidos y Alemania por una plaza en los octavos de final mientras Portugal y Ghana juegan por un milagro.
Los indicios surgen de aquí y allá apoyados en asuntos históricos y hasta sentimentales mientras los señalados se esquivan con argumentos de moral y ambición futbolística.
Jürgen Klinsmann, seleccionador de Estados Unidos, se encontrará hoy en Recife con sus compatriotas y a quienes en buen número dirigió desde el banquillo de el Mannschaft entre el 2004 y el 2006.
La amistad de Klinsmann con el seleccionador germano, Joachim Löw, que fue su ayudante en el Mundial 2006 en el banquillo de Alemania, echa más leña a las conjeturas que arden en la prensa.
“Soy muy amigo con Jogi (Löw), pero él hace su trabajo y yo el mío”, explicó Klinsmann. “No es el momento para hacer llamadas amistosas, ahora es un asunto de negocios”, agregó.
En la misma línea se expresó Löw de su mentor: “Jürgen y yo hemos tenido una muy buena y cercana relación por mucho tiempo. Siempre hemos intercambiado ideas, aunque eso seguro cambiará antes de enfrentarnos en la Copa del Mundo”.
Nacido y criado en Alemania, pero de padre estadounidense, elmediocentro Jermaine Jones también debe encarar el dilema de encarar a la selección de su país con la camiseta de Estados Unidos. “Crecí en Alemania, mi madre es alemana, pero intentaré ganar y llevar a EEUU a la siguiente fase”, dijo.
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