Lunes, 30 de junio de 2014
 
En su mes: Homenaje a maestros y maestras de generaciones

En su mes: Homenaje a maestros y maestras de generaciones

Mario Linares Linares .- "Ser maestro es un acto de fe… fe en la posibilidad de cambiar el mundo educando, fe en el individuo, fe en la supremacía de la riqueza intelectual. Ser maestro es un acto de amor… porque la entrega de uno mismo está implícita en la tarea, porque se da a manos llenas, sin esperar retribución”. (Julio Ríos Calderón)
No he encontrado otra prosa mejor que ésta, para recordar y gratificar a las personas que han comprometido su vida a la noble y grandiosa “misión” de ser maestro. Aunque en estos días ya poco o nada nos acordemos de quienes, después de nuestros padres, nos ayudaron a CRECER y a permitirnos SER y, en estos tiempos de “cambio”, pocos sean los hombres y mujeres que todavía albergan en su espíritu el noble sentimiento de la gratitud, así como los pueblos, más bien, se caractericen por la indiferencia y la ingratitud.
Con el propósito de romper con esta indiferencia malsana, quiero traer a la memoria colectiva el recuerdo de tantos y tan recordados profesores, “Formadores de Formadores” de la ESCUELA NACIONAL DE MAESTROS, hoy UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA, que este mes, hace pocas semanas, cumplió 105 años de vida institucional al servicio de Bolivia, en medio de conflictos, de la indiferencia cómplice de las autoridades departamentales, frente al despropósito de autoridades nacionales de convertirla en una Escuela de Formación de Maestros para el nuevo modelo socioeconómico-productivo, esto es, en una especie de Escuela Rural. Desconocen así el grandioso servicio prestado a la Educación Nacional, por más de 100 años y con un centenar de generaciones de maestras y maestros que, a su vez, formaron generaciones de bolivianos y bolivianas del siglo XX y, aún siguen haciéndolo con las generaciones de siglo XXI.
Como un acto de homenaje, gratitud y afecto a la institución que nos educó y formó en esta noble profesión, así como de reconocimiento a la labor abnegada de cientos de profesores “formadores de formadores” de Bolivia, que han hecho Cátedra en la Escuela Nacional de Maestros, particularmente del último cuarto de siglo, quiero traer a la memoria colectiva en estas líneas, con el riesgo de olvidarme de alguno por lo que de antemano pido disculpas, los nombres de hombres y mujeres, catedráticos destacados de la Escuela Normal que han pasado por esta gloriosa institución educadora dejando, con sencillez y grandeza, su aporte a la construcción de una sociedad culta, libre y democrática. A ellos, nuestro reconocimiento por lo que han dejado.
Prof. Luis Carranza Siles; Prof. Jorge Cabrera Acuña; Profa. Elena Ostria de Urriolagoitia, Profa. Elena Terán de Sarmiento; Prof. Julio Cors Zorrilla; Prof. Gualberto Paredes; Prof. Ricardo Sánchez; Prof. René Gonzales; Prof. Mario Céspedes Toro; Prof. Eduardo Muñoz; Prof. Federico Quinteros; Prof. Ma. Luisa Arce de Williams; Profa. Susana de Caballero; Prof. Juan Manuel Thorres, Profa. Olga Saavedra de Querejazu; Prof. Antonio Auza Paravicini; Profa. Gladis Vargas de Araníbar; Prof. Enrique Valda del Castillo; Prof. Miriam Bohorquez de Arce, Prof. María de Valda; Prof. Alberto Bohorquez; Prof. Armando Gantier Alfaro; Prof. Jorge Revilla Aldana; Prof. Wálter Pérez Chacón; Prof. Mila Vladislavic; Profa. Miriam Gamarra de Quezada; Prof. Renato Vega, Profa. Elba Gutiérrez.