LA NOTICIA DE PERFIL
Promesa electoral atómica
Promesa electoral atómica
Paulovich.- Al ingresar al mes de julio, mi colega periodista que también desempeña las funciones de Corresponsal de Guerra en el Mercado Rodríguez de La Paz vino a mi domicilio para informarme que el Presidente Vitalicio de Bolivia y candidato permanente a una nueva re-re-re elección había dado a conocer que si votamos nuevamente por él, Bolivia se convertirá en la primera potencia atómica de América Latina.
Esta sensacional noticia me llenó de orgullo y felicidad, obligándome a lanzar mi tradicional grito de mariachi de “ay, ay, ay, ayayay, Jalisco no te rajes”, lanzándome a abrazar a mi comadre cholita, deshacer sus negras trenzas, despeinarla y levantarla en vilo con mis robustos brazos y obligarla a gritar “¡qué viva Evito y que tiemblen nuestros enemigos, especialmente los del Norte!”
Después de este desborde de entusiasmo y felicidad que soportó heroicamente mi comadre cochabambina, nos miramos, nos tranquilizamos y la cochala me pidió reflexionar acerca de la posibilidad de que Bolivia pudiera contar con energía nuclear si Evo Morales cumple con esta promesa electoral.
La cholita de Quillacollo que es inteligente y sabe mucho comenzó diciéndome: “Evo con una Bomba Atómica en sus manos sería mucho más peligroso que un mono con navaja”, explicándome ella que recién comenzaba a comprender los últimos acontecimientos organizados por Evo y sus colaboradores destinados a globalizar las figuras de Evo y de Bolivia, reiterándome el objetivo de reunir en Bolivia a los países menos desarrollados de América, África y Asia, lo cual se produjo hace un mes en Santa Cruz-Bolivia.
Esta visión de mi comadre, alarmante y catastrófica y no exenta de lógica me causó algo de pavor que traté de aminorar diciéndole que eso de “energía nuclear” con fines pacíficos no es lo mismo que tener una bomba atómica en las manos de Evo y que la promesa de Evo no va más allá de una promesa electoral para alcanzar una votación” y que como tal sigue en plena vigencia el refrán cholo aprobado y garantizado por el Tribunal Supremo Electoral que reza: “Prometer hasta meter y después de metido nada de lo prometido”, por lo cual no deberíamos tomar muy en serio las promesas electorales de quien ya sabe que ganará estas elecciones con una votación mayor al setenta por ciento.
Mi comadre, haciendo caso a mis reflexiones, dejó de temblar pensando en una Bomba Atómica en manos de Evo, y me anunció que provisionalmente las considerará como meras promesas electorales.
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