Pese a no jugar bien, el rosarino Ángel Di María fue uno de los incansables.
Di María, el incansable
Di María, el incansable
Sao Paulo / EFE
Cuando la angustia y la extenuación física aparecen en los encuentros con prórrogas, Ángel Di María siempre dice presente y parece nacido para estos grandes desafíos.
Su aparición con gol en la tarde paulista ante Suiza permitió el desahogo de los argentinos y la clasificación a los cuartos de final del Mundial.
Como sucedió cuando fue figura ante el Atlético de Madrid en la final de la Liga de Campeones de Lisboa, cuando el Real consiguió la Décima, o en la definición de la Copa del Rey ante Barcelona, el Fideo se transformó en héroe de su equipo.
Esta vez con la casaca albiceleste, el explosivo jugador nacido en Rosario dejó hasta su última gota de sudor en el campo de juego y sobre el final de la prórroga venció la resistencia del guardameta suizo Diego Benaglio.
Di María convirtió ayer su décimo gol en 51 partidos de la selección.
De esta manera, el actual jugador de Real Madrid se sumó al grupo de 48 jugadores que convirtieron al menos una decena de tantos con la casaca albiceleste.
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