El tenista británico Andy Murray (c) agradece los aplausos del público tras caer derrotado ante el búlgaro Grigor Dimitrov.
Wimbledon El campeón vigente resignó su continuidad ante un avasallador rival que no perdonó sus errores. También avanzaron los favoritos Novak Djokovic y Roger Federer
Murray cae en su casa
Murray cae en su casa
Londres / EFE
El británico Andy Murray, vigente campeón de Wimbledon, cayó ayer contra pronóstico en los cuartos del torneo y dejó el camino más despejado en las semifinales a los dos principales favoritos que siguen adelante, el serbio Novak Djokovic y el suizo Roger Federer.
Djokovic, que pasó apuros para derribar al croata Marin Cilic (6-1, 3-6, 6-7(4), 6-2 y 6-2), se medirá en el penúltimo duelo del torneo al joven búlgaro Grigor Dimitrov, mientras que a Federer, que superó con solvencia la dudas del primer set ante su compatriota Stanislas Wawrinka (3-6, 7-6(5), 6-4 y 6-4), le espera Milos Raonic.
El canadiense, de 23 años, superó ayer al debutante australiano Nick Kyrgios, que se derrumbó en la pista 1 tras ganar el martes al número uno del mundo, el español Rafael Nadal.
También por sorpresa, Murray cayó abatido en tan solo tres sets frente a Grigor Dimitrov, igualmente de 23 años, en la pista central del All England Club, su escenario fetiche, donde conquistó el oro olímpico en 2012 y ganó su primer Wimbledon el año pasado.
Con un contundente marcador de 6-1, 7-6(4) y 6-2, el búlgaro, por primera vez en una semifinal de Grand Slam, reivindicó el papel de una nueva generación de tenistas al acecho de los cuatro primeros del ránking.
“Los jóvenes estamos sedientos por salir ahí. Queremos probarnos a nosotros mismos y demostrar a los grandes que estamos a la vuelta de la esquina”, dijo el búlgaro tras derribar a Murray ante su público.
El escocés, que aspiraba a ser el primer británico que reconquistaba Wimbledon en 78 años, desde que lo hiciera el inglés Fred Perry, admitió tras el encuentro ante Dimitrov que su falta de acierto explica su derrota de ayer.
“Fue un mal día para mí. Cometí demasiados fallos, errores no forzados. Creo que solo logré un golpe ganador de revés en todo el partido. Eso no es lo que suelo hacer, especialmente en esta superficie”, dijo el escocés, de 27 años.
También pasó apuros Djokovic, que estuvo contra las cuerdas y logró remontar dos sets en contra ante Cilic.
El serbio, primer cabeza de serie en el All England Club, se confió tras un primer set solvente ante el croata y sufrió un hondo bache de juego en los dos siguientes parciales, si bien logró recomponerse y anotarse con más placidez los dos últimos.
Cuestionado por los periodistas sobre si las derrotas de Nadal y Murray le afectaron en la pista, Djokovic dijo que no.
“No me importa. Para ser sincero, si perdieron es porque sus rivales fueron mejores. A mí me da igual, yo solo me fijo en mis partidos”, dijo Djokovic.
El serbio no perdió en los cuartos de final en el All England Club desde 2009, y en las últimas cuatro temporadas tan solo quedó fuera de una semifinales de Grand Slam el pasado enero, en Australia.
Si supera a Dimitrov en semifinales, el serbio podría verse las caras en la final contra Federer, el favorito que menos problemas acusó sobre la hierba de Londres.
El suizo cedió el primer set del torneo ante su compatriota Wawrinka, que ganó este año su primer Grand Slam en Melbourne, pero acto seguido logró reconducir la situación y se llevó del duelo con seguridad.
“Nos jugábamos mucho esta tarde con Stan. Los cuartos de final son la prueba de cómo estás jugando”, afirmó tras el duelo Federer, que el año pasado se fue a casa en segunda ronda y que ayer se mostró “encantado de haber pasado después de aquella decepción”.
El que parecía que iba a ser la revelación en el torneo tras superar a Nadal en octavos, el australiano Kyrgios, se derrumbó por su parte en su siguiente compromiso, ante Raonic.
“Ha sido extenuante, no tengo nada más que dar”, dijo en rueda de prensa el número 144 del mundo, que admitió que ante el canadiense no pudo “mantener el nivel” que mostró frente Nadal, derrotado antes de lo previsto tras recibir 37 saques directos del australiano.
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