Los jugadores de Argentina participan en un entrenamiento en el complejo Cidade do Galo, en Belo Horizonte.

Argentina-Bélgica, choque generacional

Brasilia/ EFE

Un partido de generaciones extremas se jugará mañana sábado en el estadio Mané Garrincha de Brasilia por una plaza en las semifinales del Mundial entre la selección más joven, la de Bélgica, y la de más elevada media de edad, la de Argentina.
Los argentinos arrojan entre sus 23 jugadores una edad media de 28,5 años, apenas comparable con dos que ya se marcharon: Portugal y Uruguay.
Los dos jugadores más veteranos de la Albiceleste son los defensas Hugo Campagnaro y Martín Demichelis, nacidos ambos en 1980; seguidos de cerca por Maxi Rodríguez y Agustín Orión, nacidos un año más tarde.
Los belgas no llegaron a Brasil como el equipo de menor edad del Mundial. En un principio lo fue la selección de Ghana, con una media de 24,9 años; tras su eliminación del torneo en la primera fase, tomó el relevo otro equipo africano, Nigeria, con 25,3.
Pero pasada la fase de octavos, en la que se quedó Nigeria al perder con Francia por 2-0, el testigo lo tienen ahora los belgas con 25,5 años. Y eso pese a la presencia del veterano central Daniel Van Buyten, con 36 años, siete más que el siguiente: Nicolás Lombaerts.
Cuatro de los principales pilares del equipo nacieron en el comienzo de la década de los 90: el guardameta Thibaut Courtois, los centrocampistas Eden Hazard y Kevin De Bruyne, y el punta Romelu Lukaku.
Curtois fue titular en todos los encuentros de Bélgica en el Mundial. Cuatro partidos que se cuentan por victorias, ante Argelia (2-1), Rusia (1-0), Corea del Sur (0-1) y Estados Unidos (2-1).
Hazard también los jugó todos, aunque ante Corea de Sur, ya con la clasificación asegurada, apenas participó unos minutos.
Precisamente en ese encuentro, el técnico belga Marc Wilmots, también decidió dar descanso a De Bruyne y a Lukaku.
De Bruyne volvió al once en octavos frente a Estados Unidos.
Lukaku no mostró aún todo su potencial en el torneo, motivo por el que Wilmots le fue restando protagonismo.
En los dos primeros encuentros fue sustituido al comienzo de la segunda parte y en el último entró como sustituto en el minuto 91, como revulsivo para afrontar la prórroga. Su participación en este encuentro fue decisiva, ya que anotó el segundo tanto de su equipo.
El motivo, más allá del rendimiento del propio jugador, tiene nombre propio: Divock Origi. El delantero del Lille, nacido en 1995, está realizando un torneo soberbio y se convirtió, sin lugar a dudas, en la gran revelación de estos “Baby Devils”.
Si Bélgica logra vencer a Argentina, habrá igualado su mejor registro en los mundiales: el cuarto puesto en el Mundial de México de 1986.

Daniel Van Buyten

JUGADOR BELGA
Messi es, para mí, el mejor futbolista del mundo”.