La reina Máxima ante una gran disyuntiva
La reina Máxima ante una gran disyuntiva
Sao Paulo / EFE
Cuando Argentina derrotó a Holanda por 3-1 durante la final del Mundial 1978, Máxima Zorreguieta, hoy reina consorte de los Países Bajos, tenía 7 años y su padre, Jorge, era uno de los responsables económicos de la dictadura del general Jorge Rafael Videla, fallecido en prisión el año pasado.
En la antesala del choque de las semifinales en el Mundial de Brasil entre Holanda y Argentina en Sao Paulo, mañana, Máxima podrá enfrentar un dilema: ¿hinchará por Lionel Messi y sus coterráneos o por su súbditos holandeses, entre ellos Arjen Robben?
La historia de Argentina y de la familia Zorreguieta estarán sobrevolando un partido de fútbol, el cuarto en historia de los Mundiales entre naranjas y albicelestes.
La gran pregunta al margen de lo deportivo es si la argentina que se casó en 2002 con el príncipe Guillermo y se transformó en reina consorte el año pasado, tras la abdicación de Beatriz, apoyará a su país de origen o al que adoptó de adulta.
En el barrio de Recoleta, Buenos Aires, el padre de la reina, de 85 años, seguirá por televisión el partido. Su paso como funcionario de la dictadura militar, que entidades de derechos humanos reclaman investigar, es una piedra en el zapato holandés.
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