IN SITU. El sifonamiento en el dique de colas de la planta de concentración Santiago Apóstol, en el municipio potosino de Tacobamba.

UNA COMISIÓN INTERINSTITUCIONAL INSPECCIONÓ LA ZONA MINERA EN CUESTIÓN

Tacobamba: Sedimento de dique se arrastró por cinco kilómetros

Sucre/CORREO DEL SUR

El sifonamiento del dique de colas de la planta de Concentración de Minerales Santiago Apóstol en el municipio potosino de Tacobamba provocó el arrastre de sedimento sólido por el curso de un río hasta una extensión de cinco kilómetros. Así lo comprobó una comitiva interinstitucional que llegó hasta el lugar, ayer, ante la alerta que desató en los últimos días, la noticia del colapso de un dique en una región minera potosina con una probable afectación al río Pilcomayo, que transcurre por los tres departamentos sureños de Bolivia y desemboca en Argentina y Paraguay.
El problema pudo ser mayor, pero, más bien, se controló a tiempo.
¿Qué es lo que realmente pasó? En el citado dique de colas, lleno de residuos sólidos de la actividad minera, se produjo un sifonamiento de 35 metros de diámetro y una profundidad estimada de seis metros.
Lo provocó una rotura de la bóveda ubicada en la base del dique. Fue por esa fisura que emanó lama que desembocó por el río Canutillo que transcurre cerca de ese lugar.
De acuerdo con el acta de informe de la inspección a la que tuvo acesso CORREO DEL SUR, dicho sedimento descendió por el río hasta las comunidades de Colavi, cuatro kilómetros abajo, y Colavi Bajo, distante a unos cinco kilómetros del incidente.
"Existe arrastre de lama de forma significativa hasta la comunidad de Colavi Bajo" y se advierten sedimentos en las orillas del río, resume el acta firmada por representantes de la Gobernación potosina, la Asamblea Legislativa Departamental de Chuquisaca, autoridades de Tacobamba, comunarios, el representante legal de la empresa minera, Mario Cano, y la Autoridad Competente Departamental, entre otros.
La Gobernación potosina, una vez analizado el asunto y evaluado el alcance del daño y los afectados por el arrastre de lamas comunicará a la representación legal de la empresa minera cuáles serán las acciones legales a seguir, agrega el documento.
A decir de la asambleísta chuquisaqueña Shirley Espada, si bien el impacto generado no es grande, el hecho debe generar una alerta general en Potosí y Chuquisaca, ante el informe de los comunarios de que existen muchas empresas mineras cuyos diques de colas no son operados adecuadamente constituyéndose en una "bomba de tiempo".
Y en efecto, durante la visita de ayer, se constató la presencia de otra empresa, la Cooperativa Rematadora, en Colavi, que estaría vertiendo sus colas directamente al río Canutillo, según denunciaron los lugareños.
Si bien el área afectada no llegó hasta el río Pilcomayo, de cauce internacional, debiera motivar una mayor preocupación del Ministerio Público y la Gobernación de Chuquisaca, reclamó Espada.
Habrían muchas empresas que estarían operando sin control y afectando al medio ambiente, justificó.
La asambleísta informó que los miembros de la Comisión de Medio Ambiente de la Asamblea Legislativa de Chuquisaca, recogieron muestras de los líquidos y sedimentos que filtraron del dique de colas en cuestión para su respectivo análisis en Sucre.


MITIGACIÓN
El representante legal de la empresa, Mario Cano, en descargo, informó que hasta ayer se tenía previsto concluir con el taponamiento de la rotura en la base del dique, "dejando cañerías filtrantes para evacuar las aguas". Desde el lunes, se limpiarán las lamas en el río y se preparará un Plan de Mitigación que Cano deberá presentar a la Gobernación potosina.
Cano dijo que no comunicó del incidente, ocurrido el 4 de julio pasado, a la Autoridad minera Competente de Potosí, por el inmediato inicio de tareas de mitigación, según el acta de la inspección.
La Comisión de Medio Ambiente de la Asamblea chuquisaqueña, brindará un informe, mañana.

Alarma

Las declaraciones del fiscal provincial potosino, Luis Ríos, quien señaló que el derrame "puede causar daños irreversibles a la sociedad" y pidió a las comunidades que viven en la cuenca fluvial que no consuman agua del río, se hizo eco en redes internacionales de información, al citarse la afectación al Pilcomayo.

Fotos

INSPECCIÓN. Los residuos llegaron al río Canutillo (arriba) y la planta de procesamiento (abajo).