LA NOTICIA DE PERFIL
Desempolvando las teas
Desempolvando las teas
Paulovich.- Tenía que ser una cochabambina quien me recordase que tengo una tea apagada y guardada en mi ropero durante un año junto a una imagen impresa de Don Pedro Domingo Murillo, que comandó a los revolucionarios de aquel glorioso 16 de Julio de 1809.
Fue esta mañana cuando mi Pariente Espiritual me sorprendió en mi lecho conyugal y me preguntó de sopetón “¿Dónde está su tea de Murillo que nunca se apagará…? No supe responderle de inmediato hasta que recordé que la tenía guardada en mi ropero junto a mi guitarra y las fotos de todas mis tías.
Mi enérgica y patriótica comadre me ordenó que me vistiera al instante pues no estaba bien que un paceño estuviera vestido con un camisón faltando tan pocos días para el 16 de Julio, cuando los paceños rendimos honores a Don Pedro Domingo Murillo y a los valientes protomártires que se alzaron contra el imperio español.
Obedecía las órdenes de la valerosa cholita nacida en Quillacollo y abrimos la puerta de mi ropero encontrando no solamente mi tea que nunca se apagará, sino también la de ella pues el año pasado mi comadre Macacha y yo asistimos al Desfile de Teas junto a la colonia cochabambina, una de las más numerosas que vive en la ciudad del Illimani con el pretexto de que los cochabambinos nos prestan su ayuda técnica no reembolsable para seguir progresando.
La cholita tomó mi tea apagada en sus manos y la besó respetuosamente, haciendo lo mismo con la suya para luego decirme imperativamente: “Las encenderemos la noche del 15 de Julio marchando por las calles de La Paz al grito de ‘La Paz es la cuna de la libertad y también es la tumba de los tiranos’”.
Pregunté a mi comadre periodista si nuestro Presidente Vitalicio Evo Morales asistiría al anunciado desfile de teas en homenaje a Don Pedro Domingo Murillo, recordando la cholita (quien tiene una memoria de elefantita quillacolleña) que hace algunos años nuestro actual gobernante lanzó a los aires su idea de cambiar el nombre a nuestra Plaza Murillo por el de Túpac Katari, sugerencia que felizmente no prosperó porque todos los paceños llevamos a Pedro Domingo Murillo en nuestro corazón aunque las teas que nos dejó antes de morir las guardemos en el ropero el resto del año, como sucedió con las teas de la cholita que me colabora y protege y que hoy me sacó de la cama recordándome la proximidad de la fiesta cívica de la paceñidad. Mi tea y la de la comadre Macacha ya están listas para ser levantadas la noche del 15 de julio, anunciándome mi comadre que después de pasearlas por las calles me llevará a bailar a uno de los mercados paceños donde se realizará la verbena tradicional de los “chucutas” paceños que hoy, mañana y siempre honraremos la memoria de Don Peter Sunday Little Wall, como suele llamarlo la cholita que aprendió a hablar inglés en su lejano Quillacollo.
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