BARLAMENTOS
Reverberos del Mundial de Fútbol 2014
Reverberos del Mundial de Fútbol 2014
Winston Estremadoiro.- Varios estudios han establecido el impacto del éxito deportivo en las elecciones, al menos hasta que cierren urnas. Quizá los reverberos del Mundial de Fútbol 2014 en Brasil están aún por verse. Pero ya se observa efecto positivo en Costa Rica, que los ‘ticos’ relacionan con ‘pura vida’, marca-nación que les define hoy en día. Con 47 millones de colombianos –casi cinco veces más que la despoblada Bolivia, pero acceso a tres mares– baila en una pata Juan Manuel Santos; sus índices de popularidad han crecido con el buen desempeño de su selección en el Mundial brasileño, aunque analistas indican que será hasta su posesión en agosto: “de ahí en adelante, ya le tocará solito”.
¿Qué pasa con los grandes perdedores? Luego del bochornoso 7 a 1ante Alemania y la goleada ante Holanda, poco significó que no estuvieran atacando Neymar y defendiendo Thiago Silva, o que el irascible e inflexible Felipón se volviera Felipillo que se va y listo. La presidenta Rousseff se apresuró a desmerecer la vinculación entre el éxito deportivo y la suerte en las urnas, pero apuesto que sus asesores estaban elucubrando reacción mediática a partir del final del primer tiempo –cinco a cero– contra Alemania. Se filtraron chismes sobre los jugadores teutones acordando reducir al mínimo la humillación del anfitrión. Inclusive se puso de moda la paparrucha de que la ‘canarinha’ se había vendido por órdenes de la FIFA, engaño que surgió varios años antes.
Puede que con la religión del fútbol se llenen más estadios que iglesias. No obstante, sobrevendrán cuestionamientos que ya convocaron a miles de brasileños a las calles antes del Mundial. El de Brasil puede haber sido un éxito de público y organización. Sin embargo, ¿cómo comparan presupuestos previos y el dinero gastado en estadios, donde se esconden los negociados? Si eran ocho estadios los requeridos por el patrón transnacional FIFA, ¿por qué construyeron 12? Para no hablar de las agudas carencias del pueblo brasileño en salud, educación e infraestructuras varias.
Dice Mario Vargas Llosa que el espejismo de mandatarios populistas como Lula da Silva y otros se disolverá tarde o temprano, porque “en el fútbol como en la política, es malo vivir soñando y siempre preferible –aunque sea dolorosa– atenerse a la verdad”. Algunos sentirán el efecto del fracaso deportivo en los resultados eleccionarios. En Argentina, por más que su Presidenta apele al orgullo deportivo por el buen partido en la final del Mundial, tendrá que afrontar los juicios por corrupción de su Vicepresidente, y los efectos retardados de negociar el pago de ‘fondos buitre’.
¿Cómo andamos por casa? Bueno, el país tuvo una indecorosa participación en las eliminatorias, quizá prueba de que no es cosa de entrenador, sino de campos y ‘potreros’ donde los niños adquieran cultura deportiva y destreza futbolera, ajenos ambos de rodillazos abusivos, ‘gigantografías’ megalómanas y patrocinios alcohólicos. El césped sintético de las ‘Evo-canchas’ es solución demagoga en lugares que no tienen hospitales, o no hay mercurocromo ni gaza para curar eventuales quemaduras.
La máquina electoral del presidente Evo Morales promueve megalómanos espejismos. ¿Qué harán con ‘nuestra estrella en el cielo’, cuando los cientos de millones de dólares del Túpac Katari se tornen un malgasto, porque cuatro satélites fueron lanzados desde Guayana francesa y cuatro más se lanzarán en 2015, con la meta de proveer Internet a tasas “30 a 50 por ciento más baratas que las de los proveedores satelitales tradicionales”? A lo menos se debería desconfiar de conversa fiada, como la promesa de invertir en energía atómica, cuando el potencial hidroeléctrico y eólico no se ha desplegado plenamente en Bolivia.
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