CARA O CRUZ
La Paz, El Bronx y el alcalde Revilla
Raúl Peñaranda U..- En los años 70, Nueva York era considerada una ciudad peligrosa y en decadencia. Los precios de los bienes inmuebles habían caído y muchas empresas se retiraban de ella. Uno de los rasgos negativos principales de la urbe eran sus fachadas llenas de grafitis y pintarrajeos, especialmente en Harlem y El Bronx. La gran urbe, que había sido a principios de siglo XX un orgullo mundial, empezó su recuperación por el principio: combatiendo los grafitis. Al mejorar el aspecto de la ciudad, y también de los vagones del metro, rayoneados hasta el cansancio, mejoró el estado de ánimo de la población y se pudieron dar otras medidas, como mejorar la seguridad ciudadana, alentar el retorno de empresas y aumentar el turismo. Hoy Nueva York es un ejemplo de seguridad y limpieza...