ATAQUE. El padre de uno los niños que murió por un ataque aéreo israelí llora en el campo de refugiados de Al Shatea en la ciudad de Gaza.

CONFLICTO EN ORIENTE MEDIO SIGUE IMPARABLE

Ban pide un alto el fuego y denuncia devastación

Gaza y Jerusalén/EFE

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, renovó ayer su llamamiento a un alto el fuego en Gaza y denunció la devastación causada por la intervención militar de Israel en la franja, donde aseguró que se vive una situación "crítica".
"La gente de Gaza no tiene a dónde huir. Están atrapados y sitiados", dijo Ban en la sede de Naciones Unidas, tras regresar de una extensa gira por Oriente Medio para impulsar un cese de la violencia entre israelíes y palestinos.
Según el diplomático coreano, la tregua humanitaria observada durante el fin de semana ofreció un respiro a la población, pero también reveló "cuánto ha devastado la vida de la gente de Gaza el ataque masivo israelí".
"Vimos escenas de destrucción indiscriminada. Algunos lo describieron como un 'huracán causado por el hombre', con barrios enteros reducidos a escombros, cascotes, bloques de apartamentos aplastados, cuerpos aún enterrados bajo montañas de restos retorcidos", denunció.
"Las cifras de víctimas y de daños plantean serias dudas sobre la proporcionalidad" de la actuación armada de Israel, añadió.
Ban reconoció que el país judío tiene derecho a defenderse de los ataques que sufre, pero le recordó que también es su responsabilidad proteger a la población palestina por su condición de "potencia ocupante".
En ese sentido, apuntó que más de 173 mil gazatíes buscaron refugio en instalaciones de la misión de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA), lo que supone que el 10% de la población de Gaza se cobija bajo bandera de la ONU.
"Repito mi llamamiento a Israel y a todas las partes a asegurar la seguridad de estos emplazamientos", señaló, al tiempo que urgió a determinar la responsabilidad del ataque perpetrado contra una escuela de la UNRWA en Beit Janún, en el norte de Gaza, y asegurar que quienes lo cometieron respondan por ese "indignante crimen".
Ban, que también condenó los ataques de Hamás contra territorio israelí, pidió a las dos partes una nueva pausa humanitaria durante otras 24 horas, una iniciativa por la que aseguró que ambas han mostrado un interés "serio", pero sobre la que aún no hay acuerdo.
"Israelíes y palestinos tienen la responsabilidad de detener los combates ahora, de iniciar ya un diálogo y de tratar las raíces (del conflicto) para que finalmente se rompa el interminable ciclo de sufrimiento sin sentido", señaló.
Ban explicó que en las últimas horas estuvo en contacto con el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abás, y con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, quien se mostró crítico con la declaración aprobada por el Consejo de Seguridad para exigir un alto el fuego.


ATAQUES DE AMBOS LADOS
Por otra parte, otras diez personas, en su mayoría niños, murieron ayer y 40 resultaron heridas en dos ataques aéreos israelíes paralelos, uno en un parque al norte de la ciudad de Gaza, y otro en clínicas hospitalarias, informaron fuentes sanitarias.
El portavoz del Ministerio de Sanidad en Gaza, Ashraf al Qedra, señaló que uno de los bombardeos tuvo como blanco un parque situado al oeste del campo de refugiados de Shati, mientras que el segundo fue sobre clínicas externas del hospital Shifa de Gaza.
Mientras, en Israel al menos cuatro personas murieron y seis resultaron heridas, dos de ellas en estado crítico, al ser alcanzadas por fuego de mortero disparado desde la Franja de Gaza, informaron medios israelíes.

Voluntad política

Según el Secretario General de la ONU, todo depende de la "voluntad política" de las dos partes, a cuyos líderes pidió "humanidad" para terminar con el sufrimiento de la población.