Mi�rcoles, 30 de julio de 2014
 

ESCENARIO GLOBAL

Las bolsas de valores y la pol�tica

Las bolsas de valores y la pol�tica

Alberto Zelada Castedo.- Despu�s de leer algunas cosas, es tentador pensar que el mundo est� habitado por no pocas personas imaginativas. Algunos intentos de explicaci�n de fen�menos sociales, como el comportamiento electoral y el comportamiento en las bolsas de t�tulos valores, recurren a las m�s ingeniosas vinculaciones entre causa y efecto.
Un buen ejemplo se encuentra en las conclusiones de dos analistas de The Wall Street Journal referentes al pr�ximo proceso electoral en el Brasil. En su opini�n, el precio de las acciones de Petrobras en el mercado de valores de Sao Paulo, se ha elevado en un 30% al mismo tiempo que ca�a la popularidad de la presidenta Dilma Rouseeff y, sobre todo, la intenci�n de voto a su favor. �Las acciones de Petrobras �aseveran� est�n en alza gracias, en parte, a una serie de encuestas recientes que indican que ya no es tan segura la reelecci�n� de la actual presidenta.
Presumen que �los inversionistas no han visto con buenos ojos el trato que Rousseff le ha dado a Petrobras� al obligarla, por ejemplo, a cubrir los �costosos subsidios� a la gasolina. Se advierte, de acuerdo con su interpretaci�n, que el �ndice Bovespa de la bolsa de Sao Paulo �ha subido de acuerdo a los resultados de los sondeos�.
Esta conjetura coincide con la expresada en una nota semanal que el Banco Santander Brasil S.A. circul� entre sus principales clientes. El autor de la nota estima que �una baja de la popularidad de Rousseff hab�a ayudado a un alza en el mercado burs�til brasile�o�. Seg�n su apreciaci�n, los analistas e inversores �creen que el intervencionismo del gobierno� �en la econom�a, se entiende� ha contribuido a la actual desaceleraci�n.
Por el contrario, piensa el observador del banco, �el alza del mercado podr�a desinflarse si la popularidad de la presidenta se estabiliza o sube en las encuestas�. Con un tono de profeta agorero, termina sus reflexiones se�alando que �el real se debilitar�, las tasas de inter�s de largo plazo subir�n de nuevo y el �ndice Bovespa caer�.
Es dif�cil saber si los comentaristas de The Wall Street Journal se han inspirado en las aseveraciones del analista del Banco Santander Brasil S.A. o, a la inversa, este se ha inspirado en lo dicho por aquellos. Lo �nico cierto es que las apreciaciones coinciden y, sobre, es casi id�ntico el intento de vincular el comportamiento de los operadores en los mercados de valores con la conjetura sobre el probable comportamiento de los electores.
Lo relevante en esta historia es la coincidencia de la preocupaci�n por desentra�ar los misterios que encierran dos comportamientos intr�nsecamente inciertos: el de los electores y el de los operadores en las bolsas. No en todos los casos quienes analizan uno u otro universo social son los que tambi�n act�an. Cierta confusi�n de roles puede darse en el analista de procesos electorales, ya que es probable que sea, al mismo tiempo, elector.
Hace tiempo que una gran mayor�a de observadores y, sobre todo, cientistas sociales han llegado a la conclusi�n de que los operadores en las bolsas y los electores no siempre son racionales y, tal vez, la mayor�a de las veces se comportan seg�n el dictado de sus afectos, creencias, presunciones y prejuicios. A pesar de esto, no decae el inter�s por explorar explicaciones plausibles aplicando la l�gica de la causalidad o comprensiones aceptables, aplicando la l�gica de la motivaci�n.
Tambi�n es una apreciaci�n ampliamente aceptada que las conclusiones de los analistas de procesos electorales y de funcionamiento de bolsas de t�tulos de valores, tienen capacidad para influir en los respectivos comportamientos. Con cierta probabilidad m�s los primeros que los segundos.
A pesar de esto, el presidente del Partido de los Trabajadores del Brasil, presumiendo efectos pol�ticos, acus� al Banco Santander Brasil S.A. de �terrorismo electoral�. Por su parte la presidenta Dilma Rousseff consider� que era �desafortunado e inaceptable lo que hizo� el banco. Es casi seguro que estas reacciones llevaron a Emilio Bot�n, presidente del banco, a desautorizar al analista y a sostener que su opini�n no es la de la instituci�n.
De lo ocurrido no se desprende que se haya pretendido sostener que la �causa� de un posible resultado electoral es el modo de comportamiento de los operadores de bolsa. En todo caso, se insin�a la posibilidad de que las encuestas sobre posible comportamiento electoral tienen efecto en la conducta de los operadores burs�tiles. En esta circunstancia, el v�nculo de causalidad o de motivaci�n es m�s visible. En realidad lo que los analistas pretendieron significar es que en la percepci�n de los inversionistas sobre la tendencia marcada por unas encuestas pudo la raz�n o el motivo para adquirir acciones de Petrobras. Una probable consecuencia de esta aseveraci�n se dar�a, m�s que nada, en futuras conductas de otros actores econ�micos, lo cual podr�a llegar a tener alg�n efecto pol�tico.