Miércoles, 30 de julio de 2014
 

Una jugada del cotejo de anoche en territorio uruguayo.
Una jugada del cotejo de anoche en territorio uruguayo.

COPA El cuadro paraguayo aprovechó la ventaja de 2-0 que sacó en su casa

Nacional avanza a la final y espera a su nuevo rival

Nacional avanza a la final y espera a su nuevo rival

Montevideo / EFE

Blindado por el guardameta argentino Ignacio Don, el Nacional paraguayo se clasificó anoche, por primera vez en su historia, para la final de la Copa Libertadores, pese a perder por 1-0 ante el Defensor Sporting uruguayo, que pudo haber igualado la serie con un remate en la agonía que explotó en el larguero.
Don y los postes de su portería, fueron demasiada resistencia para los violetas uruguayos, que se fueron convencidos de haber reunido méritos suficientes para haber igualado, al menos, la serie en el partido de vuelta de las semifinales y haberla extendido hasta la tanda de penaltis.
A pesar de la derrota por la mínima en su visita a Montevideo, el Nacional sacó renta de la victoria por 2-0 que logró en la ida en Asunción y aunque sufrió hasta el final, selló su clasificación sin precedentes.
El equipo uruguayo salió desde el vamos en busca de la portería, apretó a Nacional contra su valla y lo forzó a errores defensivos.
Los dos sucesivos saques de esquina llevaron riesgo para Nacional. El primero tras una serie de rebotes en el área y en el segundo el balón, luego de ser rozado por un delantero del equipo uruguayo, se fue apenas desviado.
Defensor manejó el balón a través de Nicolás Olivera pero no encontró vías hasta el área rival por el muro de piernas visitantes.
En esa labor de marcaje se destacó Marcos Riveros y en las contadas ocasiones en que éste fue superado llegó en su auxilio el defensa Leonardo Cáceres para desbaratar el peligro. La jugada más clara de gol del primer tiempo la tuvo Giorgian De Arrascaeta.
El centrocampista se filtró por el centro del área, recibió un balón elevado y quedó mano a mano con Don, que neutralizó su cabezazo y ahogó el grito de gol de los aficionados locales.
De Arrascaeta tuvo su revancha poco después de la reanudación.
Desbordó por la banda derecha, superó a su marcador y desde el fondo del campo puso un pase gol para que Adrian Luna, recién ingresado, mandara el balón al fondo de la red (1-0).
El gol llevó más nervio y emoción al partido.
El entrenador de Nacional, Gustavo Morínigo, decidió de inmediato reforzar su defensa dando ingreso a Fabián Balbuena en lugar del delantero Julián Benítez.
En el último minuto el local estrelló un balón en el larguero por intermedio del defensa Robert Herrera. Allí murió la ilusión.