LA NOTICIA DE PERFIL
Universitarios bailarines
Universitarios bailarines
Paulovich.- Alguna vez dije a mi socia periodística que en nuestro país bailamos todo el año y que sería interesante elaborar un “Itinerario Bailable” para mover rítmicamente nuestros cuerpecitos durante los 365 días del año; también recuerdo que la juiciosa cholita cochabambina me reflexionó acerca de a dónde iría a parar nuestra Patria si todos los gobernantes y gobernados nos pasamos la vida bailando.
Ayer recordé esas conversaciones y la cholita de Quillacollo me dijo: “Ya sé que nuestro país va de tumbo en tumbo hacia un precipicio pero si continuamos por ese camino lo haremos bailando, ejercicio que tanto nos gusta a todos”.
Todo eso del baile vino a cuento de que ayer, intencionalmente, le recordé a mi comadre Macacha que se acercaba felizmente la fiesta de la Virgen de Urkupiña a la que debemos asistir y que yo no tenía dinero para sufragar nuestros gastos, respondiendo mi Pariente Espiritual con estas generosas palabras: “No se preocupe del dinero, compadrituy, porque yo le facilitaré los dólares que precisaremos porque yo no estoy en quiebra como lo está la Presidenta de Argentina…”
Agradecí a Dios por tener una benefactora tan solvente como Macacha y hasta quise darle un casto beso en su mano, pero ella no lo permitió y me dijo que a modo de preparación para ir donde la Virgen de Urkupiña yo debería acompañarla a la Entrada Universitaria que se realizó ayer por las calles, avenidas y plazas de la sede de Gobierno.
Traté de excusarme y le dije que ya estaba muy entrado en años para asistir al evento universitario, aduciendo además que yo había estudiado en España, a lo cual respondió Macacha: “No está usted excusado, compadrituy, y usted me acompañará a la Entrada de la U de San Andrés donde yo bailaré como catedrática y usted lo hará en un conjunto de Auqui-Auquis donde ambos calentaremos nuestras extremidades”.
Argumenté ante la cholita periodista que en mis años mozos los universitarios de San Andrés no organizaban entradas folclóricas, sino manifestaciones políticas en contra del gobierno del Presidente Villarroel y la Logia Radepa, pero la cholita me hizo callar porque ella aún no había nacido y dijo que era mejor bailar por las calles danzas folclóricas que hacer revoluciones y colgar presidentes… lo cual es verdad, y ayer tuve que bailar esa danza de los “achachis” (léase viejitos) junto a los Auqui-Auquis, todo para recibir una ayuda económica de mi platuda comadre que a veces me rejuvenece y logra hacerme bailar aunque tuviera que repetirle que yo no bailo, convencido de que sólo sirvo para bailar en boca de la gente.
Sin embargo, cada vez estoy más convencido de que nuestro país se dirige a un despeñadero, pero bailando, siempre bailando.
Que siga el baile, comadritay.
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