Nosotros sí somos Bolivia
Nosotros sí somos Bolivia
Hoy me urge Patria Mía, cantar tu grandeza.
Acallar la boca de soberbios ladinos,
que laceran tu honor con pastoril sutileza,
y te devastan, con groseros desatinos.
Con palabreos y un acervo de necedades,
pretendieron burlar nuestra razón.
Quisieron mostrarse como deidades,
creyendo que el poder daba tal condición.
Y los que somos parte de tu probidad,
jamás entramos en fortuita cavilación,
porque vives con respeto y dignidad,
en lo recóndito de nuestro corazón.
Te percibimos en la diversidad del andino,
camba, chapaco, valluno y amazónico.
En la sinceridad del amigo campesino,
y en el libre pensar del vecino antagónico.
En el universitario probo y revolucionario,
muy diferente de su homólogo cínico.
En el profesional íntegro y segregado,
que nunca cedió ante el chantaje político.
En el honesto funcionario público,
forzado a inscribirse al partido de turno.
En el indígena ecológico y de coraje único,
que guarda su territorio, quizá solo y taciturno.
En el sencillo ciudadano sin trabajo,
cuyo desperfecto, es ser honesto.
En mujeres que no ocultan por debajo,
la congoja por el honor depuesto.
En aquel que sueña libre como el viento,
en aquel que “creen” que no piensa.
En la límpida ideología del correcto,
en la firme y libertaria voz de la prensa.
¡Estamos contigo mi Patria Bolivia!
Somos un ejército libre y sigiloso,
la fuerza honrada que te da vida,
un regimiento noble y generoso.
Hoy… simple semilla de mostaza,
mañana colosal árbol frondoso.
Con ramas de probidad y sin farsa,
seremos un ejército poderoso…
Por lo expresado, sin duda ni utopía,
desde el fondo de mi ser, repito:
¡Yo sí creo ser parte de tí, Patria Mía…!
Y aquel ejército de voces, refrendan mi grito
exclamando: ¡Nosotros sí somos Bolivia!
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