LA NOTICIA DE PERFIL
Candidatos llegan a Urkupiña
Candidatos llegan a Urkupiña
Paulovich.- “A vuestros pies, Madre, llega un infeliz, cargado de angustias y de penas mil…” Así cantando y llorando ingresó de rodillas al templo de la Virgen de Urkupiña un candidato a diputado por el Movimiento Al Socialismo (MAS) interrumpiendo el piadoso coloquio que yo sostenía con la Madre de Dios.
Un poquitín molesto por la interrupción me fijé en el recién llegado y al verlo tan angustiado le pregunté cuál era su pena pero el infeliz pecador me contestó que después hablaría conmigo porque en ese momento estaba ya en la oreja de la virgencita milagrosa.
Mientras yo trataba de salir del templo de San Ildefonso vi que llegaban otros pecadores caminando arrodillados al igual que el anterior y castigando más cruelmente sus rodillas llagadas porque habían hincado sus rótulas sobre pepas de duraznos que también llaman “mokolas”, según me lo enseñó mi tía Encarna quien siempre me invita “mokochinchi”.
Al ver las rodillas sangrantes de estos candidatos pertenecientes al partido de Jorge Tuto Quiroga me uní a sus plegarias reconociendo que yo no sería capaz de caminar arrodillado sobre pepas de durazno.
Por fin pude salir del templo y vi que llegaban otros candidatos que cargaban sobre sus espaldas dos bolsas de cemento cuyo peso calculé en unos cien kilos, identificándolos fácilmente como candidatos a senadores y diputados por el partido que lidera el señor Samuel Doria Medina.
Comprendí el sacrificio que realizaban todos los candidatos que llegaban a Urkupiña a pedirle a la Virgencita el milagro de una diputación o una senaturía que podría colocarlos en la historia de Bolivia, sacando a más de uno de los que vi de las páginas de la historia natural donde ahora se encuentran.
La llegada de los políticos a Quillacollo no ha hecho más que comenzar y es casi seguro que llegarán para el día de la fiesta, no a pedir milagros a la Mamita de Urkupiña sino a ofrecer milagros a los electores incautos aunque ya lo hicieron en días pasados en la capital de la República, la ciudad de Sucre.
Como mi visita a Quillacollo es de carácter religioso, yo estaré todos los días venideros visitando a la Madre de Dios, algo que también hará mi socia periodística quien bailando le rendirá su homenaje personal pues cada uno tiene su estilacho personal para rezarle a la Virgencita de Urkupiña.
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