Domingo, 17 de agosto de 2014
 

RAÍCES Y ANTENAS

¿Por qué soy economista?

¿Por qué soy economista?

Gonzalo Chavez A..- Soy de profesión profesor universitario hace más de 20 años. Trabajo y trato con jóvenes todos los días. Al finalizar el cuarto medio, hijos y padres, especialmente estos últimos, están desesperados para encontrar la vocación del joven. Muchos padres de familia y jóvenes me buscan legítimamente preocupados sobre el futuro profesional de sus retoños. Dudan entre economía, creación y desarrollo de empresas o negocios internacionales. Siempre respondo que la duda es un signo de salud y no un problema. Es una gran oportunidad.
Ofrendaría mi libro más querido para volver a sentir la sensación, de enorme libertad y sano miedo, que se produce cuando uno da el primer paso para elegir una carrera. Comenzar una profesión en ciencias sociales es una aventura maravillosa, especialmente en un país que necesita un cambio productivo radical para superar la pobreza.
Afirmo que descubrir una vocación profesional no es una tarea sencilla. Uno no despierta un bello día de invierno y descubre que quiere ser economista, administrador, emprendedor, antropólogo, ingeniero financiero o profesional de los negocios internacionales. Un primer paso es saber que hacen este tipo de profesionales. No puedo hablar de todas. Soy economista y trabajo duro para convertirme en emprendedor. Sólo puedo dar mi testimonio en esta área. En mi caso no fue amor a primera vista con la economía, tenía dudas pero me atraía las ciencias sociales en general. Por lo tanto, mi enamorando de la economía fue poco a poco, saboreado a cada materia que pasaba, sembrado de dudas e inseguridades, fue como aprender a tomar buen vino, sorbo a sorbo, degustando todos los recovecos del tinto, hasta descubrir que si uno vino al mundo y no toma vino, ¿a qué vino? Dicho esto, sugiero que un buen estudiante de economía debe tener paciencia para construir sólidos cimientos en matemáticas, estadísticas, microeconomía y macroeconomía. Estas materias pueden ser muy pesadas al principio pero son fundamentales. Después viene lo bueno, como fue en mi caso y gusto, las teorías del desarrollo o la economía política.
Una información útil a la hora de decidir si se estudia economía es saber la diferencia entre macroeconomía y microeconomía. No vaya a pensar que macroeconomista es un economista de gran tamaño físico, al quien los periodistas buscan para opinar. Ni tampoco que un microeconomista es un chatito devoto del Ekeko, que es algo aburrido aunque puede ser mas útil a la hora de ayudar a dirigir una empresa o recomendar una inversión. La macroeconomía busca responde a preguntas como: ¿Cuáles son las causas del desempleo? ¿Por qué existe inflación y cómo se la puede controlar? ¿Cuáles son los misterios del crecimiento y la creación de riqueza? ¿Por qué existe concentración de riqueza y como se mejora la distribución del ingreso? El campo de trabajo de un macroeconomista está vinculado al gobierno. Ministerio de Hacienda, de Planificación, Banco Central, y otras unidades técnicas de la administración pública. En menor proporción existen macroeconomistas que trabajan en el sector privado, especialmente en los bancos.
La microeconomía busca entender el comportamiento de actores económicos individuales. A saber: consumidores, productores, trabajadores e inversionistas. Cada uno de ellos actúan en un mercado, por lo tanto, también se debe indagar sobre la lógica que explica el funcionamiento de los mercados. Las preguntas más comunes son: ¿Qué es lo que mueve a los consumidores y empresas? ¿cómo se distribuye el excedente económico entre estos diversos actores? ¿Qué rol juega el mercado y/o el estado en la asignación de los recursos escasos de una economía? El mercado laboral de un microeconomista puede estar tanto en sector empresarial como público.
En mis primeros años de estudio de economía estuve seducido seriamente tanto por la sociología como la historia, y la ciencia política me coqueteó descaradamente. Debo reconocer que fui presa fácil, cedí a las tentaciones y tomé muchas materias de estas otras ciencias. Esta experimentación enriqueció mi formación.
Me arrepiento de no haber cursado más materias de filosofía, emprendedurismo, creatividad o tecnología. En mis épocas estas últimas materias recién se comenzaban a impartir, ahora existen muchas más posibilidades.
Para terminar presentemos cinco constataciones que pueden ayudar en la toma decisión razones para estudiar economía. 1) Los economistas pueden ser muy peligroso, tanto cuando usan sus manos invisibles como cuando meten la pata del Estado. Son como los gatos, siempre cae bien parados. 2) Cuando un economista está en la fila de los desempleados, por lo menos sabe porque esta haciendo cola. 3) Aunque la ética enseña que la virtud tiene su propia recompensa, la economía enseña que la recompensa tiene su propia virtud. 4) Cuando un economista esta pasado de copas, puede justificar su estado diciendo que apenas esta investigando la ley de la utilidad marginal decreciente. 5) Un buen economista mantiene un 35 % de hippie y 110 % de transformación del mundo.