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El síndrome vicepresidencial
El síndrome vicepresidencial
Rodolfo Mier Luzio.- En la República Argentina, mientras su economía no permite dormir a quienes gobiernan, a los industriales y al ciudadano de a pie, el segundo hombre del gobierno, es decir el vicepresidente, confronta problemas con la justicia por haber transferido irregularmente un automóvil Honda a su nombre, mediante documentación falsa; esa es la razón por la cual la justicia investiga al señor Boudou, vicepresidente argentino.
A esta altura de los acontecimientos, el personaje que parecía tener el apoyo incondicional de doña Cristina, ya no es tanto, hay asuntos de Estado más importantes, hay cosas más preocupantes y merecen mayor atención. "Se ha probado en estas actuaciones" judiciales que el Vicepresidente Boudou "inscribió a su nombre" el vehículo con un formulario "falso" que "contiene copias de su documento nacional de identidad" y al que se adjuntó otro formulario con su "firma verdadera" y un domicilio que no era el de él. En resumen. El Vice argentino tiene problemas con la justicia, por un auto.
El Vicepresidente boliviano, también esta en problemas; pero, en este caso no se trata de un autito Honda, es un millonario negocio de muchos más autitos, pero Toyota, en el que están implicados familiares del Vice. Cristina, en Argentina, no dijo nada para defender a su segundo. En Bolivia, el Presidente, es como si no hubiera dicho nada, sólo atinó a expresar: "Mira yo no voy a entrar a una guerra sucia, yo no voy a responder nunca, aunque me pidan por favor, somos responsables como Gobierno y especialmente como Evo, no, no voy a responder a estas insinuaciones", dijo Morales.
Servicios aeronáuticos, minería, comercio automotriz, medios de comunicación y también hidrocarburos. Tales serían los sectores a los que llegan los lazos del grupo económico integrado por familiares cercanos del vicepresidente Álvaro García Linera, de acuerdo a múltiples denuncias respaldadas en documentación probatoria.
Todas esas denuncias que los masistas pretenden minimizar, le hacen mucho mal a la imagen del candidato-presidente que, hasta ahora, no tiene ninguna denuncia de corrupción o de uso indebido de influencias. Hablando del segundo hombre del gobierno, fue terminante: “no voy a responder a insinuaciones”, y ahí se encerró.
Al parecer es el turno de los vicepresidentes de la región (Argentina, Bolivia), que tienen denuncias graves, y otra no tanto. Pero, no dejarán de influir en el resultado de las próximas elecciones generales.
Puede que los involucrados, no quieran referirse a las denuncias que manchan su imagen; pero, algún momento tendrán que hacerlo, y evitar así, perjudicar a los presidentes, que son parte de la formula política que gobierna sus respectivos países. La casualidad es que ambos ocupan el alto cargo de Vicepresidentes.
Por lo menos... Esa es mi opinión.
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