CRISIS. Ciudadanos del este de Ucrania intentan abastecerse de agua en una fuente, ante el recrudecimiento de la escasez de ese líquido vital.
RUSIA ENVÍA CONVOY SIN CONSENTIMIENTO DE KIEV
La ayuda humanitaria causa tensión en Ucrania
La ayuda humanitaria causa tensión en Ucrania
Camiones rusos ingresan por la frontera ante las protestas de los líderes ucranianos
Kiev/EFE
Rusia dejó ayer de lado la diplomacia y envió el convoy con ayuda humanitaria al este de Ucrania sin el permiso de las autoridades ucranianas ni tampoco la escolta de la Cruz Roja, en un abierto desafío a Kiev.
Los 262 camiones, cuya carga no fue revisada ni certificada por completo por las autoridades de Ucrania, ya llegaron a su destino, la ciudad oriental de Lugansk, sitiada por las tropas ucranianas en su lucha contra los separatistas prorrusos y al borde de una catástrofe humanitaria.
"Ya ha empezado la descarga de la ayuda humanitaria, que luego será repartida entre los habitantes" de la ciudad, dijo a los periodistas un portavoz de la administración municipal de Lugansk, órgano elegido democráticamente mucho antes de la rebelión prorrusa en el este de Ucrania.
En una conversación telefónica con la canciller alemana, Angela Merkel, el presidente ruso, Vladímir Putin, "subrayó que dadas las indisimuladas trabas de Kiev en el asunto de la ayuda rusa a la población del este de Ucrania que sufre una catástrofe humanitaria, se ha tomado la decisión de enviar el convoy", informó el Kremlin.
Tras denunciar numerosos pretextos de Ucrania para impedir el envío de la ayuda, Rusia se saltó el procedimiento negociado con Kiev y la Cruz Roja y ordenó a los vehículos entrar en territorio ucraniano.
Poco a poco, todos los camiones rusos atravesaron la frontera y entraron en territorio controlado por los separatistas prorrusos, que escoltaron el convoy a lo largo de los 70 kilómetros que separaran el paso fronterizo ucraniano "Izvárino" de Lugansk.
La llegada del convoy a su destino demuestra que los dos bandos enfrentados, que combatían hasta hace unas horas junto a la misma carretera que una la frontera con Lugansk, permitieron que la carga llegara sin incidentes a la ciudad en la que permanecen todavía unos 200.000 civiles.
La clave para evitar sobresaltos pudo pasar por una conversación telefónica entre el jefe de la administración de la Presidencia rusa, Serguéi Ivanóv, y su homólogo ucraniano, Borís Lozhkin, en la que ambos apostaron por "un rápido (...) envío de la ayuda humanitaria rusa, sin incidentes ni provocaciones", según un comunicado del Kremlin.
A pesar de la violación por parte de Moscú de los acuerdos alcanzados con anterioridad, independientemente de los impedimentos y excusas de la parte ucraniana para retener el convoy, las autoridades de Kiev optaron por el pragmatismo para gestionar la peliaguda situación, al menos hasta la llegada del convoy a Lugansk, y renunciaron al empleo de la fuerza militar para detenerlo.
AMENAZA DE EEUU
Mientras, Estados Unidos aseguró ayer a Rusia que enfrentará "consecuencias adicionales" por haber trasladado un convoy al este de Ucrania en una "flagrante violación" de la integridad territorial ucraniana, y advirtió que habrá más "acciones" en su contra si no retira esos vehículos de inmediato.
"Nuestra posición es clara y Rusia no debe utilizar una caravana humanitaria como excusa para cruzar la frontera", aseguró ayer el portavoz del Pentágono, el contraalmirante John Kirby, en una rueda de prensa sobre la entrada de los camiones sin consentimiento de las autoridades ucranianas y sin la supervisión de la Cruz Roja.
Denuncia
Ucrania denunció ayer en la ONU que la entrada de un convoy de ayuda humanitaria rusa en el este del país, sin el "correspondiente permiso" de la aduana ucraniana, supone una violación a su soberanía.
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