Lunes, 25 de agosto de 2014
 
Profocom: ¿Formación escolar o universitaria?

Profocom: ¿Formación escolar o universitaria?

Mario Linares Linares.- En Bolivia nunca ha habido una política de Estado definida y coherente de formación de maestros, en algún momento estos profesionales estuvieron al servicio de la educación fuertemente marcada por el sello de la iglesia, de la educación clerical y colonial; en otros, para el modelo de educación de un Estado laico. En los últimos tiempos unas veces para el Estado neoliberal, empresarial e industrial de la libre competencia y el libre mercado, esa fue la idea subyacente en la ley 1565 que disponía que los maestros de preescolar y primaria se formarían en los I.N.S.
Institutos Normales Superiores y los profesores de secundaria en la universidades, sean públicas o privadas. Se entregó por varios años esta responsabilidad a las universidades para una formación profesional liberal y no tuvo ningún buen resultado. Al contrario de lo que pasa hoy, según la ley 070 los maestros serán formados y para aquellos que ya están en el desempeño profesional “re-formados” desde la línea ideológica del Ministerio de Educación ensayando la preparación de maestros para el modelo socio-comunitario - productivo. Modelo fundado en la cosmovisión y saberes indígena-originarios (ancestrales) como proyectado a la “utopía” del VIVIR BIEN. Como tal, un retorno al pasado.
Un proceso dentro del “proceso de cambio” de capacitación de los maestros de todos lo niveles y ciclos del sistema educativo para ser soldados del proyecto socialista - comunitario, pese a la voluntad de éstos, que se impone desde el Ministerio de Educación, desde el gobierno porque- como muchos sabemos- la educación es el sector más estratégico para cualquier proyecto político.
Lo extraño es que el sistema mantiene la estructura híbrida entre escolar y universitario, la Ley Avelino Siñani, Elizardo Pérez, mantiene la estructura híbrida de la ley 1565 Art. 35 – I “ Las Escuelas Superiores de formación de maestros y maestras son Instituciones de carácter fiscal y gratuito dependientes del Ministerio de Educación”… II “La formación inicial se desarrolla a través de las Escuelas Superiores de formación de maestras y maestros”. Art. 36 (Exclusividad de la formación de maestras y maestros) Las Escuelas Superiores de Formación de maestras y maestros son las únicas Instituciones autorizadas para ofertar y desarrollar programas académicos de formación de maestras y maestros”. Art 39 – II “La formación post-gradual será desarrollada por la Universidad Pedagógica con dependencia del Ministerio de Educación, estará sujeta a reglamentación específica”.
En este marco, se está desarrollando ya llegando a su culminación en una primera etapa la capacitación permanente a través de un programa intensivo como es el PROFOCOM (Programa de Formación Complementaria) que bien debería llamarse “Programa de Capacitación para el Proceso de Cambio” el mismo que a su culminación otorgará –dice- títulos académicos universitarios que, por supuesto, el Ministerio de Educación no puede emitirlos por cuanto no es una Institución Académica con lo que, una vez más, los maestros que han sido ya castigados con la suspensión de su derecho al descanso semanal y anual, esperemos que no estén siendo engañados con este programa intensivo comprometiéndoles un título o certificado de la Instancia Administrativa del Estado como es el Ministerio de Educación, siendo que CUALQUIER CALIFICACIÓN ACADÉMICA SÓLO PUEDE SER EXPEDIDA POR UNA INSTITUCIÓN ACADÉMICA LA MISMA QUE DEBERÍA PLANIFICAR, APROBAR Y EJECUTAR EL PROGRAMA en sus instancias académicas-administrativas. En este caso, la Universidad Pedagógica no lo ha hecho porque, como sabemos, ha sido disminuida a condición de Escuela y, aunque la ley establece La Universidad Pedagógica, sin señalar donde será su sede central, para la formación post-gradual de maestras y maestros, la misma actualmente no tiene Institucionalidad plena. Es más cualquier programa de capacitación y/o actualización desde el Ministerio de Educación financiado por el Estado, debería ser completamente gratuito sin que al maestro le cueste nada de su limitado salario, lo contario sería que, de una manera desconsiderada y abusiva, se está aplicando el dicho popular: “del mismo cuero, salen las correas”, lo que es más grave bajo la imposición y la amenaza.