Martes, 26 de agosto de 2014
 

COMERCIO. Los puestos de venta están atestados de estudiantes universitarios.
COMERCIO. Los puestos de venta están atestados de estudiantes universitarios.

ALIMENTOS SE VENDEN EN EL INGRESO DE CASI TODAS LAS FACULTADES

Médicos advierten sobre riesgo de comida callejera

Médicos advierten sobre riesgo de comida callejera



›› Los estudiantes acuden porque los precios son más bajos que en las cafeterías

César Vale

Estudiantes universitarios corren el riesgo de contraer enfermedades gastrointestinales por el consumo de tucumanas y papas rellenas en puestos callejeros instalados en los ingresos a las facultades, ya que éstos, por lo general, no cumplen con las normas básicas de higiene, según advirtieron médicos y autoridades sanitarias.
Las tucumanas, las papas rellenas y sus aderezos están expuestos al polvo y la contaminación que generan los vehículos a su paso; mientras tanto, las vendedoras manipulan tanto el dinero como los productos sin utilizar ningún elemento protector, según pudo constatar CORREO DEL SUR.
La gastroenteróloga clínica Yanet Lijerón señaló que los productos que van a ser fritados como los acompañamientos deberían estar refrigerados, ya que por la acción del calor del sol, especialmente en la temporada de primavera y verano, son susceptibles a descomponerse rápidamente y afectar la salud de los comensales.
“La gente está expuesta a contraer infecciones gastrointestinales, entonces se pueden producir intoxicaciones, diarrea, esas diarreas que aparecen en el paciente a pocas horas de consumir el producto con vómitos, retorcijones y a veces con náusea, una cefalea que acusa al paciente”, señaló Lijerón, médico del Instituto Gastroenterológico Boliviano Japonés.


CAFETERÍAS VS PUESTOS
En los momentos de descanso académico, los estudiantes prefieren acudir a “desayunar” o merendar a los puestos callejeros atraídos sobre todo por los precios bajos, y no así a las cafeterías. Las tucumanas y las papas rellenas se venden a un promedio de Bs 5.
“Siempre vengo a desayunar y me parece normal que se venda así, lo mismo es en todas partes”, manifestó Mauricio Bellido, estudiante de la carrera de Medicina.
En las facultades, las cafeterías son espacios pequeños para la cantidad de estudiantes que hay, y en el caso de la Facultad de Medicina, lleva cerrada desde inicio de gestión debido a que nadie se interesó en alquilar el ambiente.
“Nosotros hemos lanzado licitaciones para que se presenten personas interesadas en atender a los compañeros de mejor manera, pero no han aceptado”, manifestó el ejecutivo del Centro de Estudiantes de Medicina, Daniel Duarte, al señalar que el ambiente se convertirá en un gimnasio.


LAS AUTORIDADES
Desde el Servicio Departamental de Salud (SEDES) señalaron que los productos que se venden en las calles ponen en peligro la salud de los comensales; sin embargo, aseguraron que continuamente realizan inspecciones a los puestos de venta y en caso de encontrar alimentos en mal estado los decomisan.
“Ellos (vendedores) tienen que tener el carnet de manipulador, cuya validez es de un año calendario. El carnet nos garantiza el estado de salud de las personas que están trabajando en estos rubros”, manifestó el responsable interino de Salud Ambiental del SEDES, Freddy Vargas.
En su criterio, las Facultades deberían habilitar quioscos en el interior de los edificios para que los productos que consumen los estudiantes estén protegidos.
Por su parte, el intendente Municipal, Ignacio Duarte, dijo que el equipo de salubristas de la Intendencia realiza controles rutinarios tanto a los comercios callejeros como a los restaurantes, especialmente para que no se reutilice el aceite o no se vendan mayonesas caseras, ya que se descomponen muy rápidamente.
“Se hacen recomendaciones y sugerencias para el manipuleo de alimentos para evitar que la población contraiga enfermedades por la falta de higiene y seguridad”, dijo Duarte.


LOS VENDEDORES
Los comerciantes aseguran que cumplen con las normas de sanidad y que prefieren estar en las calles porque hay mejor venta.
“En las cafeterías no se vende y por eso vendemos en la calle, además los alquileres son caros y no ganamos tanto como para pagar alquiler”, la vendedora Cynthia Mendez.
Hay quienes apoyan a los comerciantes porque aseguran que sus alimentos son mucho más frescos que los que se venden en los restaurantes.
“Las comidas rápidas que están al paso en la mayor parte son frescas; en cambio en un restaurante es muy probable que te vendan comida conservada”, manifestó el comensal Francisco Beltrán.

Código de Salud

“Toda persona que manipule y distribuya alimentos y bebidas deberá previamente cumplir con las exigencias sanitarias establecidas por la Autoridad de Salud mediante certificación a renovarse periódicamente”.