ESCENARIO GLOBAL
La reelección no está asegurada
La reelección no está asegurada
Alberto Zelada.- Aún faltan algunos días para que se den a conocer las estimaciones del crecimiento económico del Brasil. Sin embargo, economistas y entidades independientes adelantan sus pronósticos. La mayoría de las estimaciones, según la agencia Reuters, se inclina hacia un 0.90% como tasa de crecimiento para 2014.
Por otra parte, analistas independientes conjeturan que la tasa de inflación será, a lo largo de este año, de 6.41%, por debajo de la meta de inflación de 6.50% que se ha fijado el Banco Central. A su vez, el índice de desempleo se mantendrá ligeramente por encima del 5%.
Con excepción de la primera, estas noticias no son desalentadoras. Con todo, es probable que el impacto de la difícil recuperación económica y el riesgo de una probable recesión, sean determinantes en el comportamiento de los electores en los próximos comicios generales programados para octubre.
El malestar social, puesto de manifiesto poco antes del inicio del último campeonato mundial de fútbol y que, al parecer, persiste, es otro factor que lleva a pensar que la reelección a la que aspira la actual presidenta, Dilma Rousseff, no está totalmente asegurada. Recientes sondeos de opinión muestran que la apreciación sobre el desempeño de la presidenta no le es totalmente favorable.
Sin embargo, el acontecimiento que más incertidumbre ha desatado es el fallecimiento de Eduardo Campos, candidato a la presidencia por el Partido Socialista y, sobre todo, su principal secuela expresada en el ascenso a esa posición de la conocida líder ambientalista Marina Silva.
Antes de que sea proclamada como nueva candidata, el senador y también candidato por el Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), Aécio Neves, dijo que el ingreso de Marina Silva a la carrera por la jefatura del estado convierte en un “hecho” una segunda vuelta electoral. “Lo que era una tendencia pasa a ser un hecho”, dijo Neves.
Resultados de recientes encuestas de opinión dan la razón al candidato opositor. Inclusive van más allá pues crean serias dudas sobre los resultados de una segunda vuelta. Según un último sondeo del Instituto Datafolha, realizado el 18 de este mes, si las elecciones fuesen en ese momento, Dilma Rousseff obtendría un 36% de los votos, lo que obligaría a realizar una segunda vuelta, con el senador Aecio Neves o con Marina Silva, que aparecen técnicamente empatados con un 20% para el primero y un 21% para la segunda.
De acuerdo con la misma encuesta, si la segunda vuelta fuese entre la presidenta y Marina Silva, un 47% de los electores le daría su voto a esta, mientras que un 43% votaría por la primera. En definitiva, Dilma Rousseff vería esfumarse su búsqueda de un segundo mandato.
La campaña electoral recién empieza. Por este motivo, no es imposible que cambien las preferencias de los electores. Siempre queda un margen de indecisos, pese a que en la encuesta de Datafolha se advierte una reducción del porcentaje de los mismos desde la fecha de un anterior sondeo. Es plausible estimar que una parte de votos probables a favor de Marina Silva vengan de los indecisos y otra parte de los que favorecían a Dilma Rousseff.
Es obvio que los tres principales candidatos realizarán, en las próximas semanas, los mayores esfuerzos para acercar sus propuestas a las necesidades, preocupaciones y aspiraciones de la gente. Otra encuesta de Datafolha, realizada hace más de un mes, revela interesantes señales sobre lo que piensan los ciudadanos. Así, por ejemplo, entre las instituciones con más alta evaluación figuran las Fuerzas Armadas (70%), la Policía Federal (65%), la Iglesia Católica (60%), el Poder Judicial (55%) y las empresas y sindicatos (52% y 50%). Por el contrario, bajos índices de evaluación cosechan la Presidencia de la República y sus Ministros (27%), el Congreso Nacional (14%) y los partidos políticos (8%).
Por otra parte, para los encuestados, los “principales problemas y desafíos” que enfrenta el país son los siguientes: salud (38%), inseguridad (15%), corrupción (14%), educación (10%), desempleo (5%) e inflación (2%).
En sentido estricto, estos resultados no configuran una posible agenda de políticas públicas. Pero no son desdeñables para quienes luchan por alcanzar el gobierno.
Es casi seguro que la elección presidencial no se alcanzará en una primera vuelta. Los interrogantes que subsisten son quiénes disputarán en la segunda vuelta y si Dilma Rousseff tiene o no asegurada su reelección. Esta última pregunta tendría una respuesta positiva si los electores, como es frecuente en las democracias estables, se muestran reacios al cambio y optan por la continuidad. Lo primero es más incierto, mientras que esto último es más previsible.
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