RIBERALTA. La ciudad beniana fue escenario de los ataques contra un canal y una vivienda.

UN DESALOJO DESATÓ LA FURIA DE SUPUESTOS AVASALLADORES

Canal de TV y vivienda atacados en Riberalta

Erbol y El Deber

Al menos 20 familias de un manzano del barrio 11 de Agosto de la ciudad de Riberalta (Beni) fueron desalojadas ayer, con el uso de la fuerza pública, de una propiedad que aparentemente pertenece al ex ministro de Asuntos Campesinos y Pueblos Originarios Wigberto Rivero Pinto, acción que derivó en un ataque al canal de televisión de propiedad de Rivero, reportó la radio San Miguel de la Red Erbol.
“Fue una jornada bastante conflictiva. Todo empezó a las 8:00 con una intervención policial con orden judicial a un manzano que aparentemente pertenece a ‘Chaca’ Rivero. Junto a los uniformados ingresó un tractor que destruyó las viviendas rústicas de las familias (ahora) desalojadas”, informó la emisora local.
Los policías usaron gases lacrimógenos en la intervención y las familias afectadas respondieron con todos los elementos que estaban a su alcance para tratar de evitar que sus casas fueran destruidas.
Incluso, de manera extraoficial, se conoció que un policía fue retenido momentáneamente y una moto de la institución del orden fue quemada por los enardecidos vecinos.
Por la tarde, los desalojados se trasladaron hasta las instalaciones de la Policía porque tres de sus dirigentes habían sido capturados. Intentaron liberarlos, pero no lograron su objetivo.
Luego, los movilizados se trasladaron hasta el canal 9 de televisión, que es de propiedad de Rivero Pinto. Ingresaron de manera violenta a las instalaciones de este medio de comunicación, agredieron a los trabajadores y destruyeron parte de sus equipos, según la radio San Miguel. Después se dirigieron hasta el domicilio de la administradora del medio e incendiaron el inmueble.
Ante las amenazas de los avasalladores, radios y televisoras suspendieron sus emisiones por precaución.

Amenazas

Supuestos avasalladores creen que los terrenos se convertirán en una urbanización para los periodistas, por lo que amenazaron con tomar acciones similares contra otros medios.