Carlos Chávez (d) hace declaraciones tras tomar posesión de la presidencia de la Federación Boliviana de Fútbol.
FÚTBOL Carlos Chávez fue reelegido presidente de la FBF con un total de 23 votos
Reelecto en la calle
Reelecto en la calle
Trinidad / El Deber
Nunca antes se había dado una situación similar. La continuidad de Carlos Chávez se decidió en una votación realizada en una plazuela de Trinidad, luego de que una granada de humo, primero, y después una amenaza de bomba, provocara que la Policía desaloje del lugar por la fuerza a los dirigentes que participaban en el congreso de la Federación Boliviana de Fútbol, en Coteautri, Trinidad. Los efectivos tuvieron que utilizar gases lacrimógenos, pues consideraban que era peligroso que se mantenga a las personas en el interior, que tampoco daban su brazo a torcer para salir.
Todo estaba listo para la reelección de Chávez por cuatro años más al mando de la Federación. Los electores, 28 personas de la ANF, de la Liga y del Comité Ejecutivo de la Federación, fueron llegando a cuentagotas, hasta que el congreso, que debía comenzar a las 10:00, recién se inició a las 10:45. Los 30 policías comprometidos, desde hace dos semanas, para dar seguridad al Congreso, no llegaron. Es más, los dirigentes federativos afirmaron que una orden de alguien de peso del Gobierno prohibió la presencia de los efectivos.
Ante esta situación, seis guardias privados eran los únicos que controlaban el ingreso, todo a pesar del anuncio que iban a llegar barras bravas de Oriente y fanáticos de Warnes para impedir por la fuerza la reelección de Chávez. A nivel local se había organizado la defensa del Congreso con los integrantes de la FUL. Al final, ninguna de estas fuerzas apareció.
PRIMER SUSTO
Cuando se llegó al informe de gestión de Chávez y el Congreso avanzaba a cámara lenta, tres jóvenes sin oposición alguna ingresaron hasta las puertas del salón y lanzaron una granada de humo, pero el artefacto chocó en las escaleras y cayó al patio. Con tanto humo, varios dirigentes se asustaron y salieron a ver qué pasaba, mientras que otros se quedaron para que el Congreso continuara.
Los causantes del hecho emprendieron la fuga, pero el vehículo ubicado a una cuadra no funcionó y tuvieron que huir a pie. En el interior de la camioneta Nissan, se encontraron varias granadas de humo, que luego una persona sacó y lanzó a un terreno. La Policía intervino y lo aprehendió. Luego apareció el dueño del vehículo, con placa 3035 KYS, Jhonny Feney, que afirmó que la había prestado a un amigo y que este se la dio a otra persona.
FUERA DE CONTROL
Una vez pasó el susto de la granada de humo, la Policía recibió una llamada para alertarle que en Coteautri había una bomba. Ante esta situación, los efectivos intentaron parar el Congreso en cuatro ocasiones para realizar una revisión completa, pero recibieron la negativa de los organizadores, que en su defensa afirmaban que esta era una maniobra para evitar la reelección de Carlos Chávez.
A las 14:00, la fuerza del orden volvió con más efectivos, unos 50, y con el comandante de la Policía de Trinidad, Guido Parada, decidido a intervenir como sea. Fue así, que lograron prácticamente por la fuerza desalojar el salón y cuando seguidores de Carlos Chávez intentaban realizar la reelección en el patio de Coteautri, lanzaron gases lacrimógenos. La acción provocó que la gente abandonara la cooperativa rápidamente. Entre los más afectados por el gas estuvieron Chávez, Alberto Lozada, Ernesto Álvarez y Carlos Ribera, este último candidato del bloque opositor.
En esos instantes de desesperación, hubo vecinos de la zona que ayudaron con vinagre para que los afectados puedan respirar con normalidad. Los gritos en contra del Gobierno no faltaron, pues era al que apuntaban como el causante de esta intervención. Ya en la calle, Chávez y sus seguidores decidieron instalar de nuevo el congreso en la plazuela del Estudiante, a una cuadra de Coteautri.
DESESPERACIÓN POR VOTAR
La votación fue rápida. Luciano Negrete, delegado de la ANF, fue preguntando uno a uno sobre el voto. Los 12 de las asociaciones, incluido el de él, fueron para la continuidad de Chávez. Luego vinieron los ligueros, con siete votos a favor del dirigente, que se aseguró el mando hasta 2018. Los cinco clubes opositores (Oriente, Bolívar, Wilstermann, Sport Boys y Universitario de Sucre) no participaron del congreso instalado en la plazuela. Los cuatro integrantes del comité ejecutivo de la federación también apoyaron la continuidad (ver cuadro).
“Me siento honrado de que se me posesione en la calle, me siento más legitimo con esa fortalece que me dieron (Liga y Asociación) para luchar por engrandecer los mejores destinos del fútbol boliviano”, declaró Chávez, quien ingresó a su tercer período.
Voto de la ACHF
A pesar de que la mayoría de los dirigentes de los clubes integrantes de la Asociación Chuquisaqueña de Fútbol (ACHF) decidieron que el voto de su entidad sería para cualquier candidato, menos Chávez, su presidente Oscar Loredo incumplió el mandato de las bases.
Según información de El Deber, los nueve votos de las asociaciones departamentales fueron a favor de Chávez, incluido Chuquisaca.
Algunos dirigentes capitalinos expresaron su molestia por lo sucedido y no descartaron sugerir que Loredo sea sometido a un proceso disciplinario en base a los estatutos y reglamentos de la ACHF.
El Rayo intentó hablar con Loredo, pero el dirigente cortó la comunicación cuando se mencionó a CORREO DEL SUR.
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