ATENCIÓN. En las riberas del río Pilcomayo, desde la cuenca alta hasta la baja, hay familias que se dedican a la producción agrícola.
EL MINERAL SE VIERTE A LA CUENCA DEL RÍO PILCOMAYO POR ENCIMA DE LOS PARÁMETROS PERMITIDOS POR LEY
Piden analizar sangre en personas ante la contaminación con cadmio
Piden analizar sangre en personas ante la contaminación con cadmio
Los efectos se manifiestan en dolor de huesos y articulares, pero no es artritis.
Luis Alberto Guevara
Tras haberse comprobado que el río Pilcomayo tiene metales pesados que están por encima de los parámetros establecidos, expertos sugieren llegar con estudios de laboratorio a las personas que viven en las riberas para determinar si la contaminación alcanzó a las personas, al recordar, además, casos que su experiencia les permitió ligar con efectos de la contaminación en la salud de la gente.
El médico internista y toxicólogo del Hospital Santa Bárbara, Boris Arancibia, una vez observados los resultados de un estudio de laboratorio de metales pesados en la cuenca alta del río Pilcomayo que mandó a realizar la Secretaría de Medio Ambiente de la Gobernación de Chuquisaca, sugirió levantar estudios de toxicología en personas, animales y plantas, para conocer si los seres vivos que habitan en las riberas del río están contaminados con metales pesados o no.
En el caso de las personas, dijo que es necesario hacer un análisis de sangre detallado sobre la presencia de metales, pues el cadmio que está por encima de los parámetros establecidos por ley, es un mineral bioacumulable en los seres vivos.
Explicó, por ejemplo, que si un pez o cualquier producto agrícola de la ribera del río que tiene cadmio, es consumido por una persona pasa a acumularse en su organismo.
Por ello, Arancibia explicó que la manifestación de las consecuencias en la salud de las personas por el consumo de cadmio u otros metales pesados, es crónica y lenta, y que los malestares aparecen después de cinco o más años, dependiendo de las dosis consumidas.
En el caso específico del cadmio, dijo que el malestar se presenta con dolor muscular y en articulaciones, que son relacionados con la artritis; luego continúa con la osteoporosis y osteomielitis, que no es otra cosa que la destrucción de los huesos.
Reveló que muchos pacientes que atiende provenientes de la cuenca alta del Pilcomayo del departamento de Potosí se quejan de dolor muscular y articular, manifestando tener reumatismo. Pero si se haría un estudio más profundo se podría conocer si la enfermedad es por la contaminación de cadmio o no, apuntó.
RESULTADOS DE LABORATORIO
De acuerdo con un estudio que mandó a realizar la Secretaría de Medio Ambiente de la Gobernación de Chuquisaca con el laboratorio IGEMA de la Universidad San Andrés, los niveles de cadmio y antimonio están muy por encima de los parámetros establecidos por ley.
En el caso del cadmio, en la muestra tomada en el río Pilcomayo a la altura del Puente Méndez, se encontró que ese metal estaba presente en un 68.8% por encima de los establecido, mientras que en otros lugares de la cuenca alta en Potosí, la medición se colocó por encima del 176.2% en los ríos Canutillos y Colavi. En el río Chivita, se registró un 11.2% más de lo establecido.
Con el antimonio, la contaminación supera el 340%, en los cuatro sectores donde se tomaron las muestras.
Contaminación con cadmio en Japón
Según el relato del médico internista y toxicólogo del Hospital Santa Bárbara, Boris Arancibia, en 1912, en Japón ocurrió una catástrofe tóxica, que fue definida como la afectación a poblaciones enteras que estaban a lo largo del río Jinzu con efectos clínicos que se manifestaron después de cinco o más años.
En ese entonces, una empresa minera producía cadmio que se introdujo en grandes cantidades al río contaminando a peces y arroz por riego.
Sin percatarse de los peligros, la población continuó consumiendo los productos hasta que después de muchos años la gente empezó a sentir dolor articular y de huesos, y se quejaba diciendo ¡itai, itai!, que en español es ¡ay, ay!
Desde ese entonces la enfermedad es conocida en el mundo como Itai.
Ante la aparición de la enfermedad, se mandó a realizar un estudio en las personas y se descubrió que estaban intoxicadas con cadmio.
Casos probables de contaminación en riberas del Pilcomayo
Hace tres años, en el municipio de San Lucas se registró el nacimiento de tres niños con malformaciones de madres que vivían en la ribera del río Pilcomayo: Éstas, se presume, se debieron al consumo de metales como el mercurio y el plomo. Sin embargo, no se hizo ningún estudio al respecto.
Para el director del Hospital Santa Bárbara y docente de Embriología de la Facultad de Medicina de la Universidad San Francisco Xavier, Enrique Leaño, los metales pesados como el mercurio y el plomo producen lesiones en el embrión entre la cuarta y sexta semana de crecimiento cuando se está formando el tubo neural del sistema nervioso central, a partir de uno de los discos germinales llamado hectodermo.
Explicó que el consumo de minerales fuera de lo regular hace que las células no se puedan organizar y aparecen lesiones en el tubo neural conocidas como anencefalia, que es el nacimiento del niño sin la masa encefálica y la raquisquisis, que es la falta de la bóveda o huesos del cráneo. En ambos casos el niño sólo vive unos minutos; otra patología es la cráneoraquisquisis, que es la falta de huesos en el cráneo y en la columna vertebral.
EN LA RIBERA DEL PILCOMAYO
A decir del Director del Hospital Santa Bárbara y docente de Embriología, hace tres años uno de sus colegas que trabajaba en el municipio de San Lucas compartió la información del nacimiento de estos tres niños; dos de ellos con anencefalisis y uno con craneosquisis.
Las tres madres eran provenientes de comunidades de San Lucas ubicadas en las riberas del río Pilcomayo, de donde utilizaban agua para el consumo humano y para sus actividades agropecuarias.
Leaño lamentó que en ese momento no se mandara a realizar un estudio de laboratorio y anatomopatológico, para determinar las causas que, se presumían, eran la contaminación de metales pesados, según las patologías presentadas.
. OTROS EFECTOS
De acuerdo con la explicación del médico, el consumo de los metales también puede provocar en las personas adultas la presencia de lesiones cancerígenas en los órganos internos, siendo las más frecuentes en los órganos gástricos, pero también en el envejecimiento prematuro de la piel y en el cáncer de piel.
En cuanto a la presencia de los metales en el agua de río, hizo notar que una cosa son los valores que se determinan para los daños medioambientales y otros para el consumo humano. En definitiva, dijo, la presencia de los metales bioacumulables son un peligro para la salud de las personas.
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