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Culebrones electorales
Culebrones electorales
Rodolfo Mier Luzio.- Con seguridad, los ciudadanos bolivianos se encuentran más que confundidos por el desarrollo de esta singular campaña electoral en la que está un oficialismo ensimismado en sus encuestas, pero terriblemente preocupado por los resultados reales que pueden no evitar que gane, pero sí que no consiga los curules suficientes en el Órgano Legislativo Plurinacional, para lograr su verdadero objetivo: Una próxima reelección.
Que yo me acuerde, en las últimas elecciones llevadas a cabo en nuestro país, hubo un rechazo persistente a debatir los programas que normalmente se ponen en oferta en época preelectoral, debatir en forma pública y de cara frente a los electores.
Nada de eso sucede desde hace varias elecciones presidenciales, convocadas para elegir a las principales autoridades de nuestro país; al contrario, toda la campaña preelectoral se ha convertido en una serie de chismes de cocina, donde los protagonistas son familiares y candidatos que han mezclado el trabajo político con problemitas de familia y que, en algunos casos, han derivado hasta en la renuncia de importantes candidatos.
Otros han sido apartados del juego político con otro juego, por ahora más poderoso, que se encuentra en los tribunales judiciales.
Existe una increíble migración de interesados en buscar acomodo laboral, y se están yendo por tongadas a las filas del partido oficial, con la esperanza de tener un futuro algo más halagüeño. Esos pequeños roedores de la política criolla no conocen lo que es la política, no saben de ideologías y ni qué decir de principios. El partido oficialista les abrió las puertas, pero, con seguridad, sólo momentáneamente, para que acudan a las urnas y emitan su voto; es decir, para lograr un voto más, después tendrán vía libre para cambiar de partido, si otro se anima a recibirlos.
Además, se habla de modalidades de votación que sólo los militantes oficialistas conocen a la perfección. Es un “secreto” para ganar elecciones que ya fue utilizado en otras oportunidades. Existe el “voto cruzado”, el “voto carretilla” y el “voto consigna”; parecen diferentes, pero no, todos ellos van por diferentes caminos para controlar el voto y lograr una victoria, que en la política criolla boliviana ya es una práctica común.
Lo declarado por la OEA, sin embargo, expresa que las elecciones de este año pueden ser legales, pero no siempre legítimas. Sobre la decisión del Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP) para habilitar al jefe de Estado a una segunda postulación, para un eventual tercer mandato, el ente se abstiene de comentar, pero deja entrever en la carta que esa decisión “ofrece una interpretación del texto constitucional vigente que se aparta de aquella prevalencia durante la negociación política que procedió a la aprobación de dicha Nueva Constitución”. El candidato ex presidente Tuto Quiroga lamentó que tenga que ser un organismo internacional el que diga las irregularidades y vulneraciones políticas efectuadas por el Gobierno y el oficialismo contra la Carta Fundamental y el Estado de derecho.
O sea, cuestiones importantes como la mencionada son irrelevantes. Lo importante, según se percibe, son los culebrones y los chismes de cocina.
Por lo menos...esa es mi opinión.
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