DIRIGENTE. El secretario ejecutivo de la FUTPOCH, Leonardo Maturano.
TRAS LA REMISIÓN DE LOS CASOS DE CONDORI Y GALLEGO AL MINISTERIO PÚBLICO
Chuquisaca: Control del voto se ejercerá pese a procesos
Chuquisaca: Control del voto se ejercerá pese a procesos
La FUTPOCH dice que la decisión tiene que ver con "usos y costumbres"
Sucre/CORREO DEL SUR
Tiene que ver con los “usos y costumbres” de cada región y de ninguna manera con la inducción al voto, acto penado por las normas del país. Ese es el concepto que tiene la Federación Única de Trabajadores de Pueblos Originarios de Chuquisaca (FUTPOCH) sobre el denominado “control del voto” o “voto en línea”. Por lo tanto, según adelantó ayer el ejecutivo de la organización, Leonardo Maturano, en Chuquisaca se ejercerá ese “derecho”, sin importar las consecuencias jurídicas de la determinación.
“Cada departamento, cada municipio (…) tiene sus usos y costumbres. De nosotros, es un ampliado: decidimos, determinamos, eso se cumple. A base de eso, estamos socializando (el) voto en línea para nuestro Presidente y también para nuestros uninominales”, explicó Maturano.
En el caso de Potosí, prosiguió el dirigente, se castigará con una serie de chicotazos a quienes se decidan por el voto cruzado. Pero eso será en Potosí, no en Chuquisaca. “Cada uno tiene sus usos y costumbres”, insistió Maturano.
¿Cómo se va a controlar el “voto en línea” en Chuquisaca? Según el dirigente de la FUTPOCH, el control se hará después de las elecciones. Maturano lo explicó así ayer: “Bueno, eso es cada uno, cada… Después de elecciones vamos a evaluar, pues. (En) qué mesa hay (voto) cruzado, en qué mesa hay voto nulo, pero no creo que pase eso, porque nosotros somos orgánicos, orgánicamente, vamos a acatar”.
¿Qué pasa si el Ministerio Público decide procesar a los dirigentes de la organización por inducir el voto? No retrocederán en su determinación, según Maturano. “Igual se cumple la decisión de las organizaciones”, afirmó.
La Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB) prohibió el voto cruzado entre sus bases. “Es una determinación de la democracia comunitaria. Las decisiones se toman de manera orgánica. En las comunidades hay eso: decisiones colectivas, comunales. Los dirigentes sólo hacemos cumplir”, justificó recientemente el ejecutivo de la organización, Damián Condori.
Unidad Demócrata (UD) presentó el pasado lunes una denuncia en contra de Condori por esa determinación en el Tribunal Electoral Departamental (TED). Según un reporte del presidente de la institución, Ramiro Tinuco, la misma fue remitida al Ministerio Público. Condori, consultado, dijo que se defenderá en los estrados judiciales. “Seguramente nos notificarán, como corresponde. Como cualquier ciudadano, en su momento, demostraremos que no es así”, señaló.
El caso del diputado potosino Luis Gallego, quien dijo que en su región habrá chicotazo para quienes voten cruzado, también fue remitido al Ministerio Público, según la vocal del Tribunal Supremo Electoral (TSE) Dina Chuquimia.
El ex dirigente del Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qullasuyu (CONAMAQ) y candidato a la quinta diputación por La Paz de UD, Rafael Quispe, por otra parte, presentó ayer otra denuncia en contra de Gallego por “coacción electoral”. Su caso, dijo, es diferente, al tratarse de un funcionario público, manifestó a los medios. Quispe también denunció, el miércoles, a Condori por la misma causa.
Buscan a aliados del MAS para chicotearlos
Los corregidores de las comunidades asentadas a orillas del Alto Sécure del TIPNIS resolvieron castigar con una serie de “chicotazos” a tres dirigentes indígenas que son aliados al Movimiento Al Socialismo (MAS), como parte de su justicia indígena, por liderar hace dos semanas la toma de las oficinas de la Subcentral Sécure, que se encuentran en Trinidad, departamento del Beni.
Según un reporte de radio Santa Cruz de la Red Erbol, los corregidores buscan a los dirigentes Carlos Fabricano y Pedro Vare, este último presidente de la Central de Pueblos Indígenas del Beni (CPIB), entre otros, por encabezar una pelea para quedarse con la sede del Sécure. A cada dirigente le toca 12 chicotazos, pero según los corregidores del Sécure no los encuentran, pese a que ya los buscaron. “Tres veces hemos ido a verlos, no los hemos encontrado, pero no nos vamos a cansar hasta encontrarlos y darles su arroba (azotes)”, señaló uno de los corregidores.
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