MANDATARIA. La jefa del Gobierno brasileño, Dilma Rousseff.

AFIRMA QUE NO HAY VÍNCULOS CONCRETOS

Rousseff desestima acusaciones en los casos de corrupción

Brasilia/EFE

La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, afirmó ayer que no hay acusaciones concretas contra miembros de su Gobierno en las denuncias ventiladas sobre la prensa por un supuesto caso de corrupción en la petrolera estatal Petrobras.
"Creo que (la denuncia) no lanza nada contra el Gobierno, porque nadie del Gobierno fue acusado de nada", dijo Rousseff en una rueda de prensa en el palacio de la Alvorada, después de un encuentro con jóvenes, en un acto de carácter electoral.
Recientemente, la prensa brasileña divulgó detalles sobre un interrogatorio que la Policía está realizando a un ex director de Petrobras encarcelado, quien señaló a decenas de políticos vinculados a un supuesto caso de corrupción, lo que causó una gran repercusión a un mes de las elecciones del próximo 5 de octubre.
El ex director de Refino y Abastecimiento de Petrobras, Paulo Roberto Costa, denunció al ministro de Minas y Energía, Edison Lobao, a los presidentes del Senado, Renan Calheiros, y de la Cámara de los Diputados, Henrique Eduardo Alves, y a decenas de legisladores, según la revista Veja.
Según el diario Folha de Sao Paulo, varias constructoras socias de Petrobras pagaban un 3% del valor de sus contratos a un fondo que distribuía sobornos a partidos y políticos.
"Creo que nadie tiene acceso a esos datos. No creo que los datos de la prensa sean oficiales", dijo Rousseff, que reiteró que cuando reciba datos oficiales, tomará "las medidas oportunas".
El ministro de la Secretaría General de la Presidencia, Gilberto Carvalho, calificó ayer la filtración como "rumores" y dijo que los adversarios políticos de Rousseff "están intentando usar la noticia" para"cambiar el rumbo de la campaña a la desesperada".