Miércoles, 10 de septiembre de 2014
 

LIBERTARIA

Más ovejas para trasquilar

Más ovejas para trasquilar

Luis Christian Rivas Salazar.- Hace poco, el ministro de Economía y Finanzas, Luis Arce Catacora, confesó que: “Nuestro pronóstico de este año es que vamos a tener un equilibrio en las cuentas fiscales, o tal vez dependiendo de la recaudación de los impuestos en los siguientes cuatro meses, tal vez un pequeño déficit, pero nada importante de acuerdo a nuestros cálculos”.
Este posible déficit se debe principalmente a dos hechos. Uno causado por fuerzas involuntarias al ser humano y el otro por fuerzas voluntarias del ser político, a saber: el primero, por los desastres naturales y la implementación del Plan Patujú en el oriente boliviano; el segundo, por los gastos de la costosa Cumbre G-77.
Para el gasto estatal destinado a la asistencia de familias damnificadas se garantizó $us 476 millones, mientras que para la cumbre se destinó $us. 21.2 millones en construcción de obras sin considerar los gastos de protocolo y asistencia a los participantes, además de las joyas que se destinaron para este evento.
Ahora, este ministro, para evitar que exista este déficit, ordena lo siguiente: “Estamos con nuestro Servicio de Impuestos Nacionales, con nuestra Aduana Nacional, generando una mayor capacidad, estamos exigiéndoles una mayor capacidad de generación de recursos para poder llenar el vacío, segundo estamos cortando varios gastos en el sector público”.
Gasto es sinónimo de Gobierno. Los contribuyentes ingenuamente piensan que sus tributos van destinados a salud, educación, seguridad. Lamentablemente sirven para pagar sueldos de supernumerarios funcionarios públicos, propaganda, lujos, empresas subvencionadas y otras inutilidades. Pero… ¿cómo puede, aduanas e impuestos, generar mayor capacidad de recursos, si son instituciones improductivas? Obviamente, mediante el cobro compulsivo, abusivo, arbitrario y muchas veces ilegal de impuestos y aranceles. Están tratando de ajustar las clavijas, salir a cobrar por doquier, meter mano en el bolsillo del ciudadano, asaltar para traer el botín lleno.
Se necesitará trasquilar más ovejas para tener más lana, ciudadanos que estén o no estén de acuerdo con este Gobierno, pagarán y están pagando la campaña política más costosa nunca antes vista, en cuatro meses tienen que despellejarlos para que no exista déficit, por orden ministerial y para que este Gobierno se sigan jactando de superávit.
Recordemos que fue el mismo presidente el que confesó que la Cumbre G-77 fue realizada para promocionar su imagen. Ese es el resultado de todo ese gasto, un teatro para ensalzar un megalómano y todavía hay querubines que ven los impuestos y los aranceles como una obligación ciudadana, cuando en la realidad es un robo, según autores que van desde Spooner, Rothbard, hasta el mismo Popper, para quien, el impuesto a la Renta es una forma de esclavitud incomprensible.
En la Edad Media los vasallos en su régimen de semiesclavitud entregaban parte de su trabajo y bienes a los señores feudales, quienes cobraban impuestos para dar protección a estos esclavos. Hoy en día, los vasallos son los contribuyentes, que tienen sobre sus hombros la pesada carga de los caprichos del Gobierno.
Las revoluciones tienen motivos tributarios; de una de las más grandes, sale el principio "No taxation without representation", "no hay tributación sin representación", principio jurídico que ha desarrollado el derecho constitucional: no pagar impuestos mientras éstos no estén destinados al propio interés y no así, en beneficio propio del señor feudal.