¿Siglo de crisis y cambios?
¿Siglo de crisis y cambios?
Juan José Bonifaz B..- Empezamos a vivir un Siglo de crisis y cambios. El mundo está desorientado frente a los fenómenos que tiene al frente. Situaciones, conflictos, retos; lo nuevo no llega y lo antiguo no se va. Parece un mundo tambaleante, es como si todo temblara y que las personas y sus líderes no encontraran un destino, seguridad ni esperanza, y tampoco supieran cómo enfrentarlo.
Es una situación de patas arriba, mientras los caballos del apocalipsis ya corren en zonas estratégicas del planeta. La III Guerra Mundial, a la luz de los conflictos actuales y la opinión de expertos internacionales, no deja duda que está en marcha; pero las características de esta situación bélica son cualitativamente diferentes a las dos primeras conflagraciones mundiales. La ciencia y la tecnología en este aspecto han logrado avances inimaginables. La nueva competencia armada depende de misiles y satélites. Los satélites identifican objetivos, tropas, eventos meteorológicos, espían, etc. El énfasis militar se lleva progresivamente al espacio.
Teóricos del ejército de USA han examinado la configuración de la guerra moderna y llegaron a una serie de conclusiones generales. Algunas consisten en pensar en victorias no nucleares, basadas en una doctrina no tradicional. Dominar el terreno del conocimiento y la comunicación será para los ejércitos modernos tan crucial, como en el pasado lo fue dominar la geografía y la topografía del campo de batalla. Adquiere mayor énfasis el espionaje; el espía humano armado con los complejos tecnológicos de la era del conocimiento. La innovación ha creado una “explosión” informativa.
Esta época, con predominio de armas a control remoto e “inteligentes”, abre claramente la posibilidad de una nueva carrera armamentista, con un afán que esconde una visión novísima: que las armas contengan una mínima letalidad en vez de un máximo poder destructor. Esta posible paradoja puede resumirse con las palabras de Sun-Tzu: “No es la cima de la destreza lograr victorias en cien batallas. La cima de la destreza consiste en someter al enemigo sin combatir.” Se trata de la victoria con derramamiento mínimo o nulo de sangre, de “la guerra no mortal”; hacer frente a una agresión sin liquidar al enemigo. La convicción de matar asociada a la guerra “constituye una reliquia de las formas bélicas de ayer y no se halla sincronizada con la ética y la tecnología nuevas que subyacen en la forma bélica de la era del conocimiento”. En general, se está en una búsqueda de formas de combate más baratas (más allá del término económico), más selectivas y menos letales.
John Collins, investigador del Congreso estadounidense, extrae de Mackinder ( 1867-1947) una analogía espectacular para nuestro tiempo: el espacio circunterrestre engloba la tierra hasta una altura aproximada de unos kilómetros. Esta será la clave de la dominación militar mediando el siglo XXI, el real inicio de la guerra de las galaxias: “Quien controla el espacio circunterrestre, domina el planeta tierra. Quien controla la luna, domina el espacio circunterrestre, y quien domina ciertos puntos del espacio circunterrestre, domina el sistema Tierra-luna”.
Se pueden crear mundos ficticios con apariencia de reales. Hay una creciente falsificación de la realidad. Respecto de los componentes del nuevo sistema global en los últimos tres siglos, la unidad básica del sistema mundial ha sido la Nación-Estado; pero está cambiando. Un tercio de los miembros de la ONU tienen situaciones internas inestables. Warren Christopher señaló: “Si no hallamos algún modo de que diferentes grupos étnicos puedan vivir juntos en un país, tendremos cinco mil naciones en vez del centenar largo con que ahora contamos”. Serge Yao (viceprimer ministro de Singapur) pronostica una futura China integrada por centenares de ciudades-Estado como Singapur. Muchos de los actuales Estados van a fragmentarse o transformarse. La base económica de la nación desaparece por la creciente y mayor importancia de los mercados locales y regionales. (¿?)
El mundo está muy lejos todavía de lograr el ideal de la paz y la fraternidad universal; por doquier reinan la ignorancia, los fanatismos y la ambición, cizaña que divide a los hombres y ocasiona guerras, desolación y muerte. A ello se suma la mentira política que mientras proclama a los cuatro vientos neutralidad y pacifismo, con su hipocresía compromete la paz y el futuro de los pueblos.
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