Domingo, 14 de septiembre de 2014
 

RAÍCES Y ANTENAS

América Latina, en dos ritmos

América Latina, en dos ritmos

Gonzalo Chavez A..- En este domingo primaveral, un poco de la coyuntura económica mundial. La actividad económica internacional actual puede ser leída en dos claves. Primero, lo que pasa en las economías desarrolladas que han mejorado parcialmente su desempeño económico debido a la recuperación de los Estados Unidos, aunque en Europa persiste un crecimiento muy bajo y ha surgido la amenaza de una mayor inflación. El fantasma de la estagflación ha resurgido en el viejo continente. Segundo, lo que sucede en las economías emergentes, que presentan también una desaceleración del crecimiento, en especial China y Brasil. La economía asiática está frenada en una tasa de crecimiento que oscila en torno del 7% al año. En Brasil, las cosas son más dramáticas. Es posible que el país tropical termine en recesión en el año 2014.

En el vecindario latinoamericano también se registra un crecimiento económico menor y especialmente en países vecinos. Argentina, Chile y Brasil registran desajustes macroeconómicos internos y externos. La Comisión Económica para América Latina (CEPAL) proyecta una tasa de crecimiento promedio del Producto Interno Bruto (PIB) de 1.8% para Sur América. Economías grandes como Brasil (1.2%), Argentina (0.2%) y Chile (3%) tendrán desempeños modestos. Mientras que Bolivia, Perú, Ecuador y Colombia registrarán crecimientos iguales o superiores a 5%. El mejor desempeño de las economías andinas parece estar asociado al hecho que la reducción de los precios de los hidrocarburos es menos fuerte comparado con la caída de valor de otras materias primas; piense en los minerales, por ejemplo. Asimismo, estos países optaron por políticas de sustentación de demanda interna más vigorosas. La inversión y el gasto público siguen en ascenso. Este impacto diferenciado entre grupo de países, se explica también por la disímil estructura de exportación, y los también diferentes márgenes de maniobra de la política fiscal y monetaria. En este ultimo caso, se presenta un viejo dilema para la política monetaria: apoyar el crecimiento económico o controlar la inflación. La política fiscal pierde su potencia debido a la falta de recursos frescos. Según la Cepal, los gastos públicos corrientes, en los países grandes del Sur, son mayores que las inversiones públicas. El problema del déficit público ha vuelto a la agenda de la discusión. En los países andinos, el margen para seguir con más gastos es mucho mayor.

La menor pujanza de las economías emergentes y el decrecimiento de las economías más poderosas de América del Sur están asociados al fin del súper ciclo del precio de las materias primas que está provocando crecientes déficits en cuenta corriente y una inflación relativamente alta. Los precios de minerales y alimentos tienden a la baja con más fuerza que el valor del petróleo y el gas natural, por ejemplo. Esto, se tradujo en una mayor volatilidad cambiaria, como es el caso de la Argentina, Chile y Brasil.
En términos generales, la desaceleración económica de la región se explica por 1) un menor dinamismo de la demanda externa; como ya indicamos, varios precios de las materias primas que exporta América Latina bajaron; 2) una mayor volatilidad financiera, debido a la salida de capitales como consecuencia de la retirada de estímulos monetarios en Estados Unidos y el consecuente aumento de las tasas de interés en este país; 3) un menor dinamismo del consumo intrarregional y 4) una contracción tanto de la inversión como el consumo interno en las economías grandes de la región. Ahora bien, las actividades o sectores que contrapesaron en el desempeño de la economía latinoamericana fueron: 1) Un aumento de las remesas internacionales que se envían a la región, especialmente las que provienen de Estados Unidos. 2) Un flujo aún estable de la inversión extranjera directa. Y finalmente, 3) Un mayor ingreso de turistas a la región latinoamericana.
El otro tema complejo en la región es saber qué curso tomará la inflación que también tiene dos ritmos. Ciertos países de América Latina han perdido el control de los precios. En efecto, en países como Venezuela o Argentina la inflación está en franco ascenso. Otras economías como Bolivia, Perú o Colombia administran mejor sus niveles de precios.
Por lo tanto, la gran interrogante de la coyuntura es saber cuáles de estas tendencias prevalecerán en la economía latinoamericana: la desaceleración del crecimiento de países como Brasil o Argentina, o el aún vigoroso crecimiento de economías más pequeñas como las andinas. Y en términos de inflación, la encrucijada está entre volver al fantasma de la inflación o controlarla de manera más radical.